Jornada mundial de las Misiones

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    Id, e invitad a todos al banquete: con esta parábola de la invitación al banquete de bodas del Evangelio (Mt 22, 9-10), el Papa ha querido explicar esta Jornada del Domund, Jornada mundial por la evangelización de los pueblos.

    Todos somos invitados al banquete de bodas del Reino que el Padre Dios ha preparado para todos, y a la vez nosotros debemos invitar a todos a participar en dicho banquete.

    Esta es la misión de la Iglesia entera: invitar a ser discípulos y seguidores de Cristo para que, siguiéndolo a Él y su mensaje en nuestra vida, podamos entrar en el banquete que nuestro Padre Dios ha preparado para todos cuantos quieran seguir a su Hijo.

    Esta es la misión que tienen todos los misioneros, que han respondido positivamente a la llamada del Señor a salir de su tierra e ir lejos de su familia, dejando casa, hermanos y hermanas, padres, dejando familia, amigos y patria, para anunciar a Jesús y su mensaje de salvación a todos los que están lejos y no lo conocen, para que lo conozcan, conociéndolo lo amen y, amándolo, el Señor los admita al banquete de la salvación.

    La Jornada del Domund nos recuerda a todas esas personas que por amor a Jesús y cumpliendo su misión de anunciar su evangelio a todas las gentes de todos los pueblos gastan y desgastan su vida predicando el evangelio lejos de todo y de todos los que componían su vida.

    Junto al recuerdo de su tarea, nos recuerda esta jornada sus necesidades, lo que necesitan esos misioneros para cumplir su misión. Por un lado, nuestra oración por ellos para que no decaigan ante las dificultades. Por otro lado, nuestra limosna para que tengan los medios materiales mas necesarios para emplearlos en el cumplimiento de su misión y cubrir todas las necesidades personales más importantes.

    Nos hacen una llamada a solidarizarnos con ellos y ayudar con nuestros medios para que ellos tengan lo necesario para cumplir lo que el Señor les ha encargado.

    El recuerdo y la atención a los misioneros nos actualiza la misión que tenemos todos los bautizados, que es que todos los bautizados podemos y debemos ser misioneros.

    Cada cristiano debe sentirse llamado a invitar a todos en su vida de familia, en el trabajo, en nuestras relaciones personales con los demás, al seguimiento del Señor, como hacen los misioneros en tierras de misión. El papa Francisco, hablando de los agentes de evangelización, dice esta frase: «Todo bautizado, por el hecho de serlo, debe ser un auténtico agente de evangelización».

    Cada cristiano debe sentirse llamado a invitar a todos al seguimiento del Señor

    No solo estamos llamados a ser misioneros cada uno de nosotros como cristianos donde nos encontremos y en nuestro entorno familiar y social, sino que debemos apoyar el anuncio de Jesús y su mensaje hasta los confines de la tierra, apoyando así la misión ad gentes.

    La misión ad gentes, es decir, la tarea que hacen los misioneros en tierra de misión, podemos apoyarla y cooperar en ella de tres maneras complementarias:

    A. Cooperando personalmente y ofreciéndonos nosotros mismos al servicio de las misiones. Así hacen cerca de 10.000 jóvenes, que ofrecen sus vacaciones de verano dedicándolas a la misión y mas de 10.000 voluntarios que a lo largo del año se ofrecen y prestan su servicio en delegaciones de misiones, parroquias y arciprestazgos.

    B. Cooperando espiritualmente. Aquí sí que podemos colaborar y participar todos a través de la oración por los misioneros, ofreciendo sufrimientos que tengamos por ellos y su misión. Hay más de 60.000 enfermos misioneros y 230 grupos de oración misionera.

    C. Cooperando económicamente, sabiendo desprenderse del dinero que sea, según las posibilidades de cada uno, en favor de las misiones y los misioneros que necesitan de medios económicos para subsistir y llevar adelante su misión de evangelización.

    Seamos misioneros tomando conciencia de las necesidades de los misioneros en tierra de misión

    La Jornada del Domund es una jornada de mentalización de los cristianos y de las personas de buena voluntad para responder a las necesidades que la Iglesia tiene en tierras de misión y es una llamada a todos a colaborar con ella de esta triple manera en la tarea de evangelización que los misioneros llevan adelante en tierras de misión.

    Seamos misioneros tomando conciencia de las necesidades de los misioneros en tierra de misión y respondamos a ellas con nuestro compromiso personal, con nuestra oración, y con nuestros medios materiales.

    + Gerardo

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