Si hace unos años hubiéramos preguntado quiénes eran los agentes de la evangelización, es decir los responsables de evangelizar el mundo y la sociedad, una gran mayoría de los cristianos hubieran contestado que eran los sacerdotes y los religiosos, que para ello habían respondido a una vocación al sacerdocio y a la vida religiosa, para dedicar su vida al anuncio del evangelio a los demás.
Hoy no hubiéramos respondido lo mismo, centrando la exclusividad de la responsabilidad de llevar el mensaje salvador de Cristo a los demás en los sacerdotes y religiosos, porque poco a poco vamos entendiendo que la misión de la evangelización nos corresponde a todos y cada uno de los bautizados, porque dicha misión se la dio Cristo a toda la Iglesia. Toda la Iglesia existe para evangelizar y sin esa misión no tendría sentido ninguno, quiere decir que si todos los cristianos formamos parte de la Iglesia, somos todos y cada uno de los bautizados los que somos responsables de dicha misión. Así lo expresa el papa Francisco cuando dice: «Todo cristiano, por el hecho de haber recibido el bautismo, es y debe ser un verdadero y autentico agente de evangelización».
Somos todos y cada uno de los bautizados los que somos responsables de la evangelización. Por ello, un cristiano no solo debe plantearse cómo ser buen cristiano él y encarnar el estilo de vida de Jesús, sino que debe preguntarse también cómo ser testigo de la fe en el ambiente en el que cada uno vive, o en aquellos campos que le son más propios, para que los otros, los que no creen, o creen a medias, o son indiferentes a todo lo que se refiere a Dios y a la fe en Él, se planteen desde lo que ven que nosotros vivimos, vivir como nosotros y dar a Dios en la vida la importancia que le corresponde.
Evangelizador y agente de evangelización es y debe ser todo aquel que está bautizado y vive los compromisos de su bautismo.
Agente de evangelización es, por tanto, el sacerdote, que de manera exclusiva y con entrega total dedica su vida a anunciar y dar a conocer a Jesucristo y su mensaje, con su palabra y predicación y con su testimonio de vida, que debe de corroborar lo que dice de palabra, lo que vive en su vida.
Agente de evangelización es el padre y la madre de familia cuando piden el bautismo para sus hijos y los llevan a bautizar, comprometiéndose a educarlos en la fe, para que aprendan a amar a Dios y a valorar la fe y sean un día unos cristianos maduros. Para transmitir los padres la fe a los hijos no solo han de hacerlo con su palabra, que también, sino con su palabra y con su testimonio de vida. Es necesario que los hijos vean la valoración de Dios y de su mensaje en sus padres, que su familia es una familia en la que se reza y se cuenta con el Señor y en ella se tiene la primera experiencia de vida cristiana.
Somos todos y cada uno de los bautizados los que somos responsables de la evangelización
Agente de evangelización es el catequista que ayuda con su catequesis a los niños, adolescentes, jóvenes y adultos a descubrir más de cerca a Jesucristo, a amarle y a ajustar su vida a sus exigencias. Para ello su vida debe acompañar siempre a su palabra, a lo que se les enseña con la explicación en la catequesis.
Agente de evangelización es la persona que se dedica a la política y defiende en ella los valores cristianos y es consecuente con sus creencias, aunque a veces tenga que no seguir las indicaciones del partido político al que pertenece, y por lo mismo, por su actitud, no poder subir el peldaño que subiría en él si siguiera la disciplina del partido. Y esto lo hace precisamente porque lo que se propone va en contra de sus convicciones cristianas.
Preguntémonos cómo estamos respondiendo desde nuestra vida cristiana a la responsabilidad que todos tenemos como agentes de evangelización; y si no lo estamos haciendo, que sepamos que el Señor cuenta con nosotros y nuestro incumplimiento supondrá siempre un vacío que difícilmente nadie puede llenar si cada cual no responde con generosidad a lo que le pide su condición de cristiano y agente de evangelización de este mundo que nos ha tocado vivir.
+ Gerardo
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