La esperanza en la educación

El pasado 8 de febrero tuvo lugar en el Aula Magna de la Biblioteca General del Campus de Ciudad Real el Encuentro Diocesano de Profesores Cristianos, organizado por la Delegación Diocesana de Enseñanza. El tema del encuentro fue Testigos de Esperanza.

La convocatoria estaba abierta al profesorado cristiano de la diócesis. Participaron más de cien docentes, entre ellos una buena representación del profesorado de Religión de la provincia. Jesús Córdoba, vicario general de la diócesis, participó junto al delegado de Enseñanza de la diócesis, Pablo Rodríguez Cabanillas.

El delegado explica que hace «justo un año que se celebró en Madrid el Congreso sobre la Iglesia y la educación. En el mensaje enviado por el papa Francisco se decía que “la educación es, ante todo, un acto de esperanza en quien tenemos delante” y en este año también Francisco nos ha convocado a celebrar el Jubileo de la Esperanza con el lema Peregrinos de Esperanza». En este contexto, la delegación de Enseñanza de la diócesis organizó el encuentro en torno a la virtud de la esperanza.

La primera parte de la reunión fue la ponencia de Francesc Torralba, catedrático de la Universidad Ramon Llull, reconocido docente, prestigioso conferenciante y autor de numerosas publicaciones. Animó a los participantes a introducir la virtud de la esperanza en el ámbito educativo y a «ser testigos de esa esperanza como antídoto frente a las resistencias y contrariedades que hacen que se pueda caer en la fatiga y en el desencanto, la rutina y el abandono». Invitó a los docentes a «tener esperanza y cultivarla para poder irradiarla a los demás», explica Rodríguez Cabanillas.

Torralba propuso algunas lecturas en torno a la espranza, como Spes Salvi, Spes non confundit; o El espíritu de la esperanza, de Byung-Chul Han. Después, el profesor habló de la esperanza desde un punto de vista humano y aplicada a la enseñanza. Describió la crisis de esperanza con muchas personas que piensan que no hay puertas abiertas y que los problemas son irresolubles. Aún así, insistió —hablando a los profesores— que la actividad educativa, por su propia esencia, tiene que estar impregnada de esperanza.

En un último punto, Torralba explicó cómo la esperanza ha estado presente en toda la historia de la salvación. Cuando parecía que no había salida, Dios intervenía en la historia haciendo posible lo imposible. La esperanza de los hombres debe tener la certeza de que Dios interviene en la historia con nuestras acciones y siempre hay salida.

En la segunda parte del encuentro, hubo una mesa redonda moderada por el delegado de Enseñanza. Junto al profesor Francesc Torralva, intervinieron Juan Pedro Castellano, director de la Fundación Edelvives, y Antonio Roura,director del Secretariado de la Comisión para la Educación y la Cultura de la Conferencia Episcopal Española. En la mesa se abordaron cuestiones como la contribución del curriculum educativo a una sociedad más esperanzada, la importancia de valores que construyan fraternidad y la inclusión de toda la comunidad educativa en este proceso.

El encuentro fue «una buena ocasión para acoger, celebrar y renovar la presencia y el compromiso de la Iglesia diocesana con la Educación», explica Pablo Rodríguez Cabanillas, que espera que «este encuentro dé sus frutos y sea el origen de nuevos encuentros diocesanos de profesores».