Cosas que se dicen sobre la financiación de la Iglesia


La financiación de la Iglesia es uno de los temas más controvertidos, tanto en el ámbito político, como en las redes sociales o, simplemente, en cualquier conversación familiar. Pero, ¿qué hay de verdad en las acusaciones? ¿Es cierto que los distintos gobiernos “regalan” dinero a la Iglesia? ¿Los colegios católicos son beneficiados por las distintas leyes de educación?

La Iglesia solo recibe, a través del Estado, el dinero de las equis. Esto aparece en los presupuestos generales del Estado, donde se indica que se entrega «a cuenta», una cantidad a la Iglesia por ese concepto. Las equis son libres, las marca cada contribuyente que así lo desea y, por tanto, el Estado no puede entregar ni entrega dinero arbitrariamente a la Iglesia.

Otra acusación habitual es sobre la enseñanza concertada, diciendo que a través de los conciertos se da dinero a la Iglesia. En primer lugar, un colegio católico no recibe dinero por católico, sino por colegio; si no es religioso, que los hay, recibe la misma cuantía. Por otro lado, y según datos del propio Ministerio de Educación en 2013, la Iglesia ahorra al Estado, mediante 2.449 centros católicos concertados, 2.692 millones de euros.

En cuanto a la educación pública, muchos dicen que la Iglesia cuesta dinero al Estado porque este paga los sueldos del profesorado de Religión. Ahora bien, estos son los salarios de los profesores, ¿a alguien se le ocurre decir que el Colegio de Arquitectos recibe el montante de sueldos de todos los arquitectos de España? Pues lo mismo para la Iglesia, ese dinero es el salario de un profesor a cambio de su trabajo, no es dinero para la Iglesia. Por otro lado, algunos dicen que esa asignatura la deberían pagar los católicos, como si no pagáramos impuestos. ¿Pago yo solamente las carreteras que utilizo? ¿Pago solo por las operaciones que me hacen en el hospital? No, se las pago al vecino, como pago algunas cosas que no me gustan, porque soy ciudadano.
El ejemplo del colegio nos sirve para otros temas. Por ejemplo, un Bien de Interés Cultural recibe dinero del Estado para su rehabilitación. Si ese bien es una ermita, ¿recibe dinero la Iglesia? No, lo reciben el bien en sí y si no pertenece a la Iglesia, se apoya del mismo modo.

En resumen, y diciéndolo bien alto: sin privilegios, pero sin discriminación por ser católicos.

Por Medios