El pasado 12 de octubre tuvo lugar en Cuenca el encuentro anual de los seminaristas mayores de la Provincia Eclesiástica de Toledo, una cita que reunió a seminaristas de Toledo, Cuenca, Albacete y Ciudad Real para compartir una jornada de convivencia, oración y fraternidad.
El objetivo de estos encuentros es «compartir momentos de oración, de intercambio de impresiones y de conversación», junto con otros «más de tipo cultural y distendido», explica Juan Serna Cruz, rector del Seminario de Ciudad Real.
La jornada comenzó con una acogida y presentación en el Seminario de Cuenca. A continuación, los participantes se dividieron en grupos para realizar distintas actividades culturales. Al final de la mañana, los seminaristas celebraron la misa en la capilla del propio seminario, antes de compartir la comida.
Por la tarde, los jóvenes tuvieron un nuevo espacio de encuentro y diálogo reunidos por grupos. Paralelamente, los formadores de las distintas diócesis también se reunieron «para hablar sobre algunas cuestiones más prácticas de la marcha de los seminarios».
El encuentro concluyó con una visita a la catedral conquense, donde los seminaristas participaron en la oración de vísperas presidida por el obispo de Cuenca, don José María Yanguas.
«Fue una jornada muy provechosa y nuestros seminaristas vinieron muy contentos, porque es siempre un gozo juntarte con otros casi cien seminaristas que quieren hacerse el mismo planteamiento que tú», destacó el rector de Ciudad Real. Estos encuentros, añadió, ayudan a «descubrir que los retos que tenemos son los mismos y que los afrontamos todos de manera parecida».
Más allá de la convivencia puntual, Juan Serna subraya el valor eclesial de esta cita: «A los chicos les gusta porque conocen a seminaristas de otras provincias, a los que ya se conocen de otros años, y van creando vínculos. Es una oportunidad también de sentirse unidas las diócesis, vinculadas unas con otras».