Hermandades: al servicio de la fe de los hermanos

La Hermandad de Jesús Nazareno de Ciudad Real celebra este año 2025 el tercer centenario desde su fundación el 6 de enero de 1725.

Por este motivo, el pasado 6 de abril, quinto domingo de Cuaresma, el obispo presidió la eucaristía en el templo en el que radica la hermandad, en San Pedro de Ciudad Real.

Don Gerardo, refiriéndose al evangelio, habló sobre la nueva visión de Dios que nos regala Jesús. No es un Dios que condena, sino «un Dios de perdón, un Dios que, ante el pecado del hombre, no responde vengándose, sino que se presenta como un Padre que nos quiere, [...] que realmente sale a nuestro encuentro para decirnos “nadie te ha condenado, pues yo tampoco te condeno».En este sentido, invitó a todos a sentirse «contentos y alegres» por la cercanía de Dios.

Por otro lado, habló del tercer centenario de la fundación de la hermandad, una «oportunidad para hacer una reflexión sobre el significado» de ser hermano. «La finalidad de cualquier hermandad es estar siempre al servicio de la fe de los hermanos», dijo. Por esto, invitó a los hermanos del Nazareno a «ser testigos e instrumentos de fe para todos aquellos que os ven vivir y actuar. Testigos de fe para toda la sociedad».

En este sentido, «la Iglesia considera muy valiosa la aportación de las hermandades, la aportación de cada uno de los hermanos como testigos de fe en medio del mundo. Un mundo que no valora Dios».
 

«Sed testigos e instrumentos de fe para todos aquellos que os ven vivir y actuar. Testigos de fe para toda la sociedad»


Insistió en que las hermandades, al salir a la calle, deben «hacer presente a Cristo y su mensaje, de tal manera que susciten el interrogante por la fe de los demás para que todos se sientan llamados a vivir la misma fe cuando nos ven vivir y actuar».

Para cumplir todo esto, pidió a los hermanos no desvincular las salidas procesionales de la liturgia, vivir el Triduo Pascual con participación para que lo que se viva en la calle se viva también dentro del templo.

«Os felicito a todos los que formáis esta hermandad de Jesús Nazareno. Que vuestra celebración de hoy, que cumple esos 300 años de existencia y que tanto bien ha hecho a tantos, que os ayude también a todos y cada uno de los hermanos a seguir esforzándonos en vivir esta pertenencia como hermanos, viviendo en la Iglesia, en la liturgia, el sentido del Triduo Pascual y saliendo a expresar ese sentido después por las calles, en las procesiones», concluyó.

La procesión del Domingo de Pasión

Cada quinto domingo de Cuaresma —antes llamado Domingo de Pasión— es un día especial para la hermandad de Jesús Nazareno, que sale en procesión siguiendo una tradición que se remonta siglos antes de su fundación.

Esto se debe a los frailes dominicos, propietarios de la imagen en el siglo XVI. Cada Domingo de Pasión realizaban una procesión por el claustro del convento. Una vez ceden la imagen a la hermandad en 1725, se adquiere el compromiso de continuar celebrando la procesión por el claustro. En el año 1836, cuando la hermandad pasa a la parroquia de San Pedro, se continuó con la tradición de esta procesión, ahora ya alrededor del templo. A principios del siglo XX, el itinerario se amplió por más calles para que pudieran asistir más fieles y hermanos.