Rito de admisión e institución de lectores en el Seminario

El pasado 7 de abril, el obispo presidió el Rito de Admisión y la institución como lectores de tres seminaristas.

Lo hizo durante la misa que se celebró en la capilla mayor del Seminario, que se llenó con los familiares y amigos de los seminaristas. Además, concelebraron junto al obispo decenas de sacerdotes de toda la diócesis.

El seminarista Jorge Quintana del Sol, de 27 años, realizó el rito; mientras que José Ángel Callejas Muñoz, de 24, y Saúl Calvo Sanz, de 33, fueron instituidos como lectores.

El Rito de Admisión es la presentación pública de un seminarista como candidato al sacerdocio a través de unas preguntas que el obispo hace al seminarista, que acepta continuar con el camino emprendido de cara a la ordenación sacerdotal. Después de las preguntas, el obispo «acepta con alegría» el propósito del estudiante, que seguirá discerniendo su vocación y preparándose para el ministerio sacerdotal.

Por otro lado, el lectorado, junto al acolitado, es la actualización de las antiguas «órdenes menores» que recibían solo los candidatos al sacerdocio. Ahora, sin el carácter clerical que habían adquirido, vuelven a ser ejercidas por laicos. Ahora bien, los seminaristas continúan siendo instituidos como lectores y acólitos como parte del proceso formativo como candidatos al sacerdocio.

Don Gerardo, en la homilía, se refirió en primer lugar al Rito de Admisión de Jorge Quintana: «Tu vida en el seminario, tu discernimiento vocacional por el camino del sacerdocio, te ha hecho progresar y poco a poco te hace ir pensando en que cada día está más cerca la confirmación de tu vocación. Además, los acontecimientos y las personas que Dios ha puesto en tu camino te han ayudado con libertad y con sinceridad».

El rito de admisión es la muestra pública de que el seminarista va camino del sacerdocio y, además, el momento en el que «la Iglesia, por medio del ministerio del obispo, te hace una nueva llamada, considerándote digno de ser admitido como candidato a recibir a su tiempo las órdenes sagradas del diaconado y del presbiterado», explicó don Gerardo. En este sentido, el rito es expresión pública de la vocación, como la llamada que Jesús hizo a cada discípulo: «Si nos fijamos en Jesús, él comienza su vida pública llamando de una manera personal a cada uno de los apóstoles, es decir, a aquellos que quiere que formen parte de sus íntimos amigos y colaboradores».
 

«Siente esta llamada por parte de Cristo. El discernimiento vocacional ha sido necesario en todo este tiempo que llevas como seminarista y seguirá siendo válido y necesario hasta que llegue el momento de tu ordenación como diácono y como presbítero»


«Siente esta llamada por parte de Cristo. El discernimiento vocacional ha sido necesario en todo este tiempo que llevas como seminarista y seguirá siendo válido y necesario hasta que llegue el momento de tu ordenación como diácono y como presbítero», dijo a Jorge, pidiendo al Señor que «no falten en la Iglesia ministros que ayuden a los demás a encontrarse con él y a vivir de acuerdo con el estilo de vida que Él quiere que vivamos».

Después, el obispo se dirigió a Saúl Calvo y a José Ángel Callejas, que fueron instituidos como lectores, «un paso nuevo e importante en vuestra vida» a través del que «expresáis que vuestro discernimiento vocacional va llegando a su plenitud y que cada día estáis más cerca del sacerdocio». El lectorado es, continuó don Gerardo, «la expresión de vuestro convencimiento de que la vocación al sacerdocio es vuestra vocación».

Para referirse al ministerio de lectores, el obispo recordó a los Discípulos de Emaús que, «desanimados», no reconocen a Jesús. Pero, entonces, la «luz de la palabra y la fracción del pan les sacó de la oscuridad, de la tristeza, de la desesperación y del fracaso», reconociendo a Jesús resucitado. «En cada eucaristía la liturgia de la palabra precede a la liturgia eucarística, logrando entre ambas mesas, la de la palabra y la del pan, una única y auténtica unidad», dijo, anunciando ya el siguiente paso que tendrán que dar los dos seminaristas: la institución de acólitos.
 

«El lectorado es la expresión de vuestro convencimiento de que la vocación al sacerdocio es vuestra vocación»


Don Gerardo añadió que «el ministerio del lector tiene como misión proclamar la Palabra de Dios, ayudar en la educación de la fe a los que van avanzando en el conocimiento de Cristo y anunciar a todos los hombres la buena nueva del Evangelio». Para ello, pidió a los seminaristas, «es necesario que estéis bien unidos al Señor, enraizados en Él desde la escucha, la lectura, el conocimiento de la Palabra de Dios desde la oración y la meditación».

Al ser un ministerio que se instituye dentro del proceso formativo del Seminario, el lectorado «es un motivo de gratitud y de aceptación del ministerio, de darle gracias a Dios por todo lo que os ha dado durante todo este tiempo y por todas las gracias que os va a dar a partir de ahora de formar parte del camino a recorrer en vuestra formación sacerdotal hacia la meta, para que un día recibáis el sacramento del orden», dijo.

«Que este nuevo paso que dais hoy en vuestra historia personal y vocacional os ayude a hacer de la Palabra de Dios algo esencial en vuestra vida, para conocerla, para meditarla y hacerla realidad en vosotros, y que hagáis de la eucaristía el centro de vuestra vida cristiana, que un día cada vez más cercano, el centro de vuestra vida sacerdotal sea también la eucaristía», concluyó.

Jorge Quintana del Sol

Con 27 años de edad, es natural de Granada, aunque desde muy pequeño vivió,  primero unos años en Manzanares y después en Ciudad Real. Pertenece a la UAP San Pedro-el Pilar-Los Ángeles de la capital. Estudió en el colegio de los Marianistas y comenzó los estudios de Derecho hasta que entró al seminario en el año 2020, este es su quinto año. Desde entonces, ha colaborado en la pastoral de Las Casas, en el Seminario Menor, y ha realizado actividades pastorales y vocacionales para las cofradías de Ciudad Real. Este año está en la pastoral de la parroquia de San Pablo de Ciudad Real.

Saúl Calvo Sanz

Es natural de Brazatortas y tiene 33 años. Entró al Seminario en el año 2012, en el curso de Fundamentación, y estuvo hasta cuarto curso, cuando interrumpió los estudios eclesiásticos para realizar un Grado Universitario en Gestión Cultural por la Universidad de Córdoba. Se reincorporó al Seminario en 2023. Ha colaborado en la pastoral de Villamayor de Calatrava, Torralba, Villanueva de los Infantes y Alcubillas, en Santa Teresa de Jesús de Malagón y el curso pasado en Miguelturra. Este año realiza su labor pastoral en Bolaños y Valenzuela.

José Ángel Callejas Muñoz

José Ángel Callejas es natural de Manzanares y tiene 24 años. Entró al Seminario Menor en 2014. Ha colaborado en la pastoral de Las Casas, en el Seminario Menor, en la parroquia de san Pablo en Ciudad Real y en Torralba. Este año está en la parroquia de san Juan Bautista de la Concepción de la Solana, en San Carlos del Valle y Pozo de la Serna.