LXVI Campaña contra el hambre de Manos Unidas

Este 3 de febrero se presentó en el Obispado de Ciudad Real la sexagésimo sexta campaña de Manos Unidas contra el hambre, cuya jornada central será el domingo 9 de febrero.

Este año, el lema de la campaña es Compartir es nuestra mayor riqueza. La presidenta de Manos Unidas en Ciudad Real, Conchi Martínez, explicó que tema de la campaña se inserta dentro del quinquenio 2023-2027: «El reto de la dignidad: Liberar a la humanidad de la pobreza, del hambre y de la desigualdad». Tras agradecer la ayuda de todos los españoles y, en particular, de la provincia de Ciudad Real, la presidenta advirtió que, aunque se crece en solidaridad, «queda mucho por hacer. La concentración de los bienes en unas pocas manos está impidiendo la prosperidad para millones de seres humanos incapaces de salir de la miseria».
 

«La concentración de los bienes en unas pocas manos está impidiendo la prosperidad para millones de seres humanos incapaces de salir de la miseria»


Por esto, desde Manos Unidas se trabaja para que la riqueza mundial se ponga al servicio de la humanidad, puesto que, como subrayó Martínez, aunque «estamos viviendo un crecimiento económico sin precedentes, la prosperidad no se distribuye de manera equitativa. Los pueblos y las personas más vulnerables quedan excluidos de los beneficios de este progreso: a pesar de representar el 79 % de la población mundial, los países del sur global solo cuentan con el 31 % de la riqueza global; el 1,5% de la población mundial acumula casi el 50 % de la riqueza global, mientras que el 40% más pobre apenas tiene el 0,5 %».

Ante esta situación, Conchi Martínez explicó que «el cambio hacia un modelo más justo y sostenible solo será posible con esfuerzo colectivo. Desde Manos Unidas os invitamos a compartir: a tener siempre presente que mi prosperidad y la de los demás son dos aspectos de una misma realidad. La solidaridad económica no puede funcionar si no hay solidaridad humana, tiene que pasar, de la sociedad de los deseos, a la sociedad de los derechos humanos», dijo.

El destino de la ayuda

En la presentación de la campaña participó también Carmen Inés Llerena, misionera en la Amazonia de Ecuador, en el Vicariato Apostólico de Puyo, donde es coordinadora de Pastoral Social. Allí, explicó, algunas de las obras sociales se financian gracias a la ayuda de Manos Unidas, en concreto la que realizan con las personas indígenas de la Amazonia.

En el proyecto, acompañan especialmente a las mujeres «para que puedan salir adelante» enseñándolas a emprender y a cuidar la tierra, amenazada constantemente por la explotación petrolera. A pesar de ser el lugar de donde sale gran riqueza para el país, «estos pueblos amazónicos han sido olvidados». Por esto, quieren fortalecer la defensa de los jóvenes y las mujeres.

Además, están trabajando con los jóvenes para que puedan solucionar el gran problema que se tiene con la contaminación de los ríos, que son fuente de comida y de vida.