Más de treinta años de campamentos en Campo de Criptana los han convertido en una tradición de la parroquia que se espera con ilusión cada año. Además, ahora se unen jóvenes de Herencia y Puerto Lápice siempre acompañados por los catequistas más jóvenes de la parroquia.
El pasado 4 de julio comenzaba la primera tanda de los campamentos de Campo de Criptana que reúnen a 208 jóvenes desde sexto de primaria hasta segundo curso de ESO.
En esta primera tanda, para sexto de primaria, 83 niños disfrutan de las actividades que preparan 26 monitores de entre 20 y 30 años. En este caso, se trabaja en torno a personajes bíblicos, bienes materiales y no materiales, amistad y trabajo en equipo. Para concluir, se habla de la vocación.
Del 11 al 15 de julio se celebra la segunda tanda de campamentos, en este caso para el primer curso de ESO. Serán 61 jóvenes de entre 12 y 13 años, acompañados de 22 catequistas también jóvenes.
Esta es una tanda ligada a los cambios que los jóvenes experimentan a esta edad, de donde la mayor parte de las actividades tiene que ver sobre cómo afecta esa madurez al crecimiento cristiano. Por esto, la continua presencia de Dios se manifiesta en las actividades y se realiza, no solo en la exposición del Santísimo, sino por turnos de oración ante el sagrario.
Las actividades se complementan con talleres sobre la importancia del amor en sus distintas manifestaciones (a uno mismo, al prójimo, a la familia, en el matrimonio…) y sobre la vocación.
Los mayores, de 2.º de ESO, disfrutan de los campamentos del 18 al 22 de julio y son, este año, 64 jóvenes acompañados por 23 catequistas.
Cada día se trabajará sobre un tema. El primero sobre la adolescencia y la sexualidad, entendida como plan de Dios; después, el segundo día, la vocación, a la que acompañan distintos testimonios y una dinámica para que los jóvenes comprendan qué es el discernimiento. Este segundo día concluye con una vigilia.
El tercer día de campamento, se intenta tomar conciencia de los obstáculos que impiden una correcta madurez, señalando pistas de ayuda para superarlos. Se habla sobre la discapacidad, concluyendo con testimonios de personas afectadas.
El cuarto día se habla de las injusticias y de la aportación de cada persona a ellas con sus actitudes. De este modo, se fomenta cambiar las actitudes, nuestros actos y pensamiento para construir un mundo más justo. La tarde de este día concluye con las confesiones.
El último día de campamento se dedica a aprender sobre el Credo, concluyendo con la Eucaristía.