«He sido feliz en mi vida como sacerdote»

El pasado 20 de junio, el obispo, don Gerardo Melgar, cumplía 50 años de sacerdote, un aniversario que celebró con una misa en la catedral.

[Puedes ver un resumen en vídeo de la celebración en este enlace]

Don Gerardo fue ordenado sacerdote el 20 de junio de 1973 en la catedral de San Antolín de Palencia por el obispo Anastasio Granados. Cincuenta años después, en la misa, agradeció a Dios la vocación y la compañía durante toda su vida sacerdotal.

«Hay momentos y ocasiones en las que uno siente mucho más en el corazón la gratitud hacia Dios por el gran regalo del mismo. Una de estas ocasiones es la que se cumple cuando se cumple 50 años de sacerdocio. Y uno mira para atrás en su vida y se da cuenta de que todo ha sido gracia de Dios, que yo sólo he aportado mi fragilidad y mi buena voluntad de responderle lo mejor que he sabido», expresó al comienzo de la homilía, en la que insistió en que todo ha sido obra de Dios: «Ha sido Él el que ha hecho todo en mí. Nadie es merecedor de este gran regalo que supone el que Dios se haya fijado en la poca cosa que es la persona para que elige para el ministerio un ministerio tan grande e importante».

«Uno mira para atrás en su vida y se da cuenta de que todo ha sido gracia de Dios»

En sus palabras se refirió especialmente a la Virgen María y a las palabras del Magníficat, que sirvieron a don Gerardo para expresar el agradecimiento que siente por su vocación: « Con ella y como ella, también yo en esta tarde quiero hacer mi oración hoy, expresando lo que siento en el corazón y diciendo también al Señor: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador, porque a pesar de mi pequeñez y mi pobreza y mis pecados, Dios ha estado grande conmigo».

Recordó su ordenación, «la ilusión y las ganas con que comenzaba mi ministerio». Una ilusión que continúa viviendo hoy: «Después de 50 años de vida de sacerdote, siento y estoy convencido de que Dios me ha acompañado y me ha animado en todo momento para vivir con alegría. Tengo que decir que yo he sido feliz en mi vida como sacerdote».

Gracias

Durante toda la homilía, don Gerardo insistió en agradecer su vida y la vocación fundamentalmente a Dios: «Al cumplir estos 50 años como sacerdote, sólo tengo una palabra llena que llena toda mi vida: gracias, gracias, en primer lugar a Dios, que ha sido el Dios que ha estado grande y poderoso conmigo, que ha querido hacerse mi compañero de camino durante toda mi vida y me ha dado todo lo que a mí me faltaba para cumplir fielmente lo que Él me pedía como sacerdote».

«Gracias al Señor. Gracias al Señor que nos llamó. Nos ha acompañado. Y a su Madre, nuestra Madre, la Virgen María, que en tantos momentos ha sido nuestro modelo de respuesta a Dios»

Además, muchas personas lo han acompañado en estos años. Citó a la Iglesia de Palencia, a la de Soria —donde comenzó a ser obispo— y a la Iglesia de Ciudad Real: «Gracias a tantas personas, matrimonios jóvenes y menos jóvenes, a los cuales yo he dedicado mucha vida […]. Gracias a los sacerdotes de las diócesis en las que he estado como obispo y de mi propia diócesis, y en especial a los de esta diócesis de Ciudad Real, porque su vida y su ministerio tantas veces ha sido para mí un estímulo y un testimonio que me han ayudado a vivir mi vida con mayor entrega y generosidad en mi acción de gracias al Señor por todas las personas que han pasado por mi vida a través de estos 50 años de sacerdote», agradeció.

Además, dio las gracias a todos los fieles que lo acompañaban en la misa en la catedral: «Estáis también todos y cada uno de vosotros que hoy habéis querido acompañarme. Sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos, que os unís en este día a mi gratitud al Señor por todo lo que me ha regalado en todo este tiempo. No encontramos mejor manera de agradecerle a Dios todo cuanto recibimos cada día que unirnos a la acción de gracias por excelencia de Jesucristo al Padre, que es siempre la Eucaristía».

«Gracias al Señor. Gracias al Señor que nos llamó. Nos ha acompañado. Y a su Madre, nuestra Madre, la Virgen María, que en tantos momentos ha sido nuestro modelo de respuesta a Dios para tratar de imitarla en nuestra vida, en su respuesta generosa y siempre disponible», concluyó.

Don Gerardo fue ordenado sacerdote en 1973 y obispo en 2008. El próximo 6 de julio cumplirá 15 años como obispo, siete de ellos en nuestra diócesis.