La pintura mural de la Virgen en Moral de Calatrava


Para descubrir y percibir correctamente lo representado es necesario interrogar a nuestros sentidos cuando nos situamos ante la imagen, en este caso pictórica
 
¿A Quién corresponde la imagen?
 
  La pintura mural que se conserva en la Parroquia de San Andrés representa a un hermoso modelo de la Santísima Virgen con el niño en las rodillas, sentada en un rico trono que la enmarca del que debido a las pérdidas de pintura en el perímetro no nos deja poder observar el dintel o estructura superior. El fondo sobre el que se recorta la Virgen es una tela ricamente bordada y rematada en los bordes por unas grafías góticas que a la vez nos presentan y nos dicen más sobre los modelos y el mensaje de lo representado.
 
¿Cómo se la representa?
 
La Virgen sigue los modelos marianos que nos presentan a la madre como virgen trono, propios de los modelos medievales donde ella es la portadora del personaje principal del mensaje, su hijo. La relación de la Virgen y el Niño esta humanizada aunque no se aprecia una relación de complicidad entre ambos muy propio de los modelos góticos, aunque si sienta al Niño en el lado derecho perdiendo la frontalidad propia de modelos más arcaicos. El niño Jesús viste una túnica, representando telas con ricos brocados; porta un orbe tripartito
 
La Virgen de larga cabellera sinuosa que cae suavemente sobre los hombros, donde María nos señala a su hijo portando en su mano derecha un ramillete. A lo largo de las suntuosas telas que forman la túnica, podemos apreciar como estos ricos ropajes acartonados quedan regados de finas y sutiles estrellas doradas, haciendo referencia de nuevo a través del detalle en la representación a los símbolos de María.
  
El rostro de la Virgen esta redondeado, mostrando unos ojos almendrados y ciertos puntos encarnados en las mejillas y labios; por el contrario y como era común se recurre a la hora de representar al Niño Jesús como un Niño hombre con rasgos más maduros de los que le correspondería a un niño de su edad.
 
¿Cuándo se representa?
 
La pintura mural podría fecharse entre finales del siglo XV- primera mitad del siglo XVI, recogiendo modelos de marcada impronta flamenca, aunque ya mostrando ciertos arcaísmos frente a modelos renacentistas más evolucionados, donde la moda y la riqueza de los detalles nos hacen pensar enmarcar, entre otros muchos elementos en este periodo.
 
¿Por qué es importante lo representado?
 
   La representación mural de la Virgen con niño nos da información que se ve complementado por modelos realizados en Bulto redondo, existentes en nuestra provincia, además de las referencias documentales conservadas, ejemplos policromados sobre muro, sobre madera o realizados sobre otros soportes, que nos destacan la importancia del culto mariano desde la Baja Edad Media en Ciudad Real
 
La importancia de la imagen no radica tan solo en ser portadora del mensaje del que somos receptores hoy y del que en este caso sabemos que era válido y utilizado en este caso desde finales de siglo XV-principios del siglo XVI siguen vivos; la imagen nos revela la tradición hispánica donde desde el sitial de la Virgen se muestra la delicadeza técnica de la pintura mural y su notable exquisitez ante el cuidado en la representación de los detalles, donde se muestran referencias de posibles modelos tomados del natural; modelos extraídos de la realidad persiguiendo la idealización , interpretados a través de un concepto pictórico reducido a la esencia, al dibujo.
 
¿Dónde queda recogido tal representación?
 
   Esta pintura mural es una escena dentro del conjunto pictórico mural conservado en la Parroquia de San Ándres, destacado no solo por la extensión de restos conservados en la provincia de Ciudad Real, sino por la calidad de los mismos, donde debemos destacar la representación de un Magnifico San Cristóbal.

Por Raquel Racionero Núñez

Listado completo de articulos