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Juan Bautista, el precursor

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    Es curioso. Estamos ante un predicador judío. Y, sin embargo, reconocido por los cristianos como precursor de Cristo. Y, así, se convierte en un personaje de primer orden para el cristianismo, y para todas aquellas religiones que estuvieron en contacto con el cristianismo, como el Islam. 

    Los cuatro evangelistas nos hablan de él. También Flavio Josefo, historiador judío. Nada sabemos de su infancia, aunque Lucas nos ofrece datos sobre familia. Aparece como austero predicador en el desierto, entre el año 27 y 29 después de Cristo. Actúa en la orilla del Jordán Insiste en la necesidad de un bautismo que perdona los pecados sin necesidad de los sacrificios del templo; es, pues, un acceso gratuito al perdón de Dios. Para él, lo fundamental es la actitud interior de conversión. 

    Arrestado por Antipas, fue trasladado a la fortaleza de Maqueronte. Murió ajusticiado. 

    Pronto tuvo más de una fiesta. Tenemos testimonio de ello en San Agustín, que nos habla de la fiesta de la decapitación (29 de agosto) y de su nacimiento (24 de junio). Es el mismo tratamiento dado a Jesús. Las semejanzas establecidas con Él han sido muchas. Ya que hablamos de la fiesta, diremos que la del día 24 de junio ha sido considerada como una "navidad de verano", en relación con la "navidad de invierno", por aquello de que "es necesario que él crezca y que yo mengüe", que dijo Juan refiriéndose a Jesús. Sabemos que los días "menguan" tras la natividad de Juan, y "crecen" tras la de Jesús. 

    Queda claro que la santidad proviene de Dios. No se debe al hombre. "Independizar" a los santos y hacerlos seres autónomos y autosuficientes... es un grave error, porque se los vacía del todo. Toda devoción a los santos que no lleve a Jesús, está, sin duda, desenfocada. No se los puede querer mucho y olvidar a Jesús. No se los puede celebrar y venerar mucho y no hacer de Jesús el centro de la vida. ¡Cuánto sabemos de esto todos nosotros! Nos volcamos en nuestras fiestas patronales (a tal o cual santo, a la Virgen...) y no damos más muestras religiosas en nuestra vida en todo el resto del año. Ni siquiera para la celebración principal de los cristianos en torno al Misterio Pascual de Cristo el domingo. Juan es "precursor", el que va delante y el que señala el camino hacia el Salvador, Jesús. Quedarse en él (quedarse en los santos) sería no alcanzar la salvación. Listado completo de Santos
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