Nació y fue bautizado como Iñigo en 1491, en el Castillo de Loyola. De padres nobles, era el más pequeño de ocho hijos. Quedó huérfano y fue educado en la Corte de la nobleza española.
Quiso ser militar. Sin embargo, a los 31 años en una batalla, cayó herido de ambas piernas por una bala de cañón. Fue trasladado a Loyola para su curación, estuvo a punto de morir y quedó cojo para el resto de su vida. Durante su recuperación quiso leer novelas de caballería pero leyó la Vida de Cristo y Vidas de los Santos. Se encendió en deseos de imitar las hazañas de los santos y de estar al servicio de Cristo.
Iñigo pasó por una etapa de dudas acerca de su vocación. Con el tiempo se dio cuenta que los pensamientos que procedían de Dios lo dejaban lleno de consuelo. En cambio, los pensamientos del mundo le daban cierto deleite, pero lo dejaban vacío. Decidió entregarse a Dios. A los 32 años, salió de Loyola con el propósito de ir peregrinando hasta Jerusalén. Se detuvo en el Santuario de Montserrat. Ahí decidió llevar vida de oración y de penitencia después de hacer una confesión general. Vivió durante casi un año retirado en una cueva de los alrededores, orando.
Tuvo un período de aridez y empezó a escribir sus primeras experiencias espirituales. Éstas le sirvieron para su famoso libro sobre «Ejercicios Espirituales». Finalmente, salió de esta sequedad espiritual y pasó al profundo goce espiritual, siendo un gran místico. Logró llegar a Tierra Santa a los 33 años. A los 38 años se trasladó a Francia, donde se dedicó al estudio. Pedía limosna a los comerciantes españoles para poder mantener sus estudios, así como a sus amigos. Animó a muchos de sus compañeros universitarios a practicar con mayor fervor la vida cristiana. En esta época, 1534, se unieron a Ignacio 6 estudiantes de teología. Motivados por lo que decía san Ignacio, hicieron con él voto de castidad, pobreza y vida apostólica, en una sencilla ceremonia.
Tuvo que interrumpir sus estudios por motivos de salud y regresó a España. Dos años más tarde, se trasladaron a Roma para ofrecer sus servicios al Papa. Fundó la Compañía de Jesús aprobada, por el Papa en 1540
San Ignacio murió el 31 de julio de 1556. Fue beatificado en 1609 y canonizado en 1622.
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10/01
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Gregorio de Nisa, obispo
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11/01
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Higinio, papa
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12/01
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Antonio María Pucci, presbítero
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13/01
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Hilario, obispo y doctor de la Iglesia
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16/01
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Marcelo I, papa y mártir
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17/01
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Antonio, abad
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18/01
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Margarita de Hungría, virgen
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19/01
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Marcelo Spínola y Maestre, beato
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20/01
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Sebastián, mártir
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20/01
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Fabián, Papa y mártir
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21/01
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Inés, virgen y mártir
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22/01
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Vicente, mártir
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23/01
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Ildefonso, obispo
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24/01
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Francisco de Sales, obispo y doctor de la Iglesia
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25/01
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Conversión de san Pablo
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26/01
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Timoteo y Tito, obispos
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31/01
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Juan Bosco, presbítero
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01/02
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Brígida de Kildare
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02/02
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Nuestra Señora de la Candelaria
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02/02
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La Presentación de Jesús en el templo
Listado completo de Santos