Al mediodía del 10 de octubre el Seminario Mayor levantó la imagen de santo Tomás de Villanueva en el interior de la Catedral para comenzar la procesión en la solemnidad del patrón de la diócesis.
Encabezada por cientos de fieles, la procesión continuaba con el presbiterio diocesano, el Seminario Menor; la imagen de santo Tomás de la catedral portada por el Seminario Mayor y el obispo y autoridades, cerrando la marcha que entonó cantos por todo el recorrido. Este año, por deseo del obispo, es el primero en el que se celebra esta procesión, para la que colaboraron todas las hermandades radicadas en la catedral. La imagen del santo, además, salió sobre el antiguo paso de varales de la Dolorosa de Santiago.
Al concluir la procesión comenzó la eucaristía, que presidió el obispo, monseñor Gerardo Melgar. En la homilía explicó que «la solemnidad nos brinda la oportunidad de acercarnos a él [santo Tomás de Villanueva] y tomar conciencia del estilo y de las virtudes que él vivió […] y nos ayudarán a nosotros a vivir hoy en toda su autenticidad lo que el Señor nos pide como seguidores suyos». El obispo subrayó tres pilares de santo Tomás de Villanueva: «El amor a los pobres, la reforma y promoción de las vocaciones sacerdotales y la evangelización de los hombres y mujeres que el Señor le había confiado». Se trata, dijo, de «tres columnas que siguen siendo actuales».
En la misa, que llenó la catedral de fieles, participó la mayor parte del clero de la diócesis, mientras que el Seminario al completo acompañó con sus cantos la celebración.
«El amor a los pobres, la reforma y promoción de las vocaciones sacerdotales y la evangelización de los hombres y mujeres que el Señor le había confiado». Se trata, dijo, de «tres columnas que siguen siendo actuales».
Por su parte, el vicario general, Tomás Villar Salinas, explicó al término de la eucaristía que los tres santos de nuestra diócesis «son tres reformadores muy importantes en la Iglesia […] que nos hacen una llamada importante a que nuestra Iglesia continúe con ilusión el camino de la reforma que nos pide el papa Francisco. Reforma en las personas, en el clero, en los evangelizadores, en las acciones pastorales y también en las estructuras de acción pastoral».