Este martes 18 de septiembre Villanueva de los Infantes celebró a santo Tomás de Villanueva con una eucaristía solemne y una multitudinaria procesión.
Aunque la solemnidad en toda la diócesis tiene lugar el 10 de octubre, en el pueblo que lo vio crecer continúan celebrando al «obispo de los pobres» el 18 de septiembre.
Por esta razón, la mañana de ayer congregó a cientos de personas en el templo principal de Infantes, para la celebración de la misa que presidió el obispo, monseñor Gerardo Melgar, acompañado por varios sacerdotes, entre los que se encontraba el vicario general, Tomás Villar; y el vicario de pastoral, Jesús Navarro. Además, concelebraron varios más de la diócesis de Ciudad Real, así como el rector del Colegio de la Presentación, que fundó santo Tomás en Valencia, y algunos de los recien ordenados en esta institución.
Este año, por cumplirse 400 años desde la beatificación del santo, un relicario con sus restos, procedente de la Catedral de Valencia, se colocó bajo el altar para su veneración. Además, como cada año, la imagen de santo Tomás y la imagen de la Virgen de la Antigua, patrona de Infantes, estaban presentes en el templo sobre los pasos, preparadas para la procesión de la tarde.
En la homilía, el obispo recorrió la biografía del santo extrayendo enseñanzas cristianas, como la transmisión de la fe en la familia o el gran amor que santo Tomás de Villanueva sintió por los pobres, que le hizo incluso entregar su cama antes de morir. Respecto a la transmisión de la fe, monseñor Melgar explicó que «lo que hizo su madre con Tomás fue lo que hacían los padres cristianos con sus hijos siempre. La fe era transmitida de una generación a otra con toda normalidad. […] Todos tenemos que hacer un esfuerzo por recuperar la familia como lugar privilegiado para transmitir la fe». En cuanto a la caridad, don Gerardo animó a los fieles a imitar a sus santos en sus virtudes más sobresalientes: « La mejor manera de honrar a santo Tomás de Villanueva no puede ser otra que imitándole en el amor y la caridad con los pobres».
Después de la homilía, y justo antes de comenzar la liturgia eucarística, don Gerardo bendijo réplicas del cáliz de santo Tomás de Villanueva, que se utilizaron para la misa y que estarán a partir de ahora en su pueblo natal, Fuenllana, y en Infantes. Al término de la misa, toda la comunidad rezó la novena y pudo venerar los restos del santo.
Por la tarde, una multitudinaria procesión llenó las calles del pueblo, engalanadas para la ocasión.
Santo Tomás de Villanueva es natural de Fuenllana, muy cerca de Villanueva de los Infantes. Allí nació y fue bautizado. Después, la familia volvió a trasladarse a Infantes, donde el santo creció y recibió, como explicó el obispo en la misa, la fe a través de la enseñanza de su familia.