El obispo encabezó, entre el 23 y el 27 de junio, la XL peregrinación con enfermos a Lourdes, que llevó a más de 500 fieles al santuario mariano.
Organizado por la Hospitalidad Diocesana de Lourdes, el viaje llevó al santuario a muchos enfermos, pero también jóvenes y niños que disfrutaron de actividades en torno al lema de este año: «Magnificat de la Esperanza».
El presidente diocesano de la Hospitalidad, Santiago Caballer, explica que la peregrinación ha vuelto a ser exitosa, con frutos entre todos los peregrinos. Caballer, sobre la experiencia, explica que «vivir Lourdes es vivir la entrega, la solidaridad, la esencia del ser humano en su faceta más hermosa, que no es otra cosa sino el amor. Ese amor, el cual es reflejo de otro amor más puro, más grande y pleno que es el amor de nuestro Dios hacia el hombre y del cual fue colmado en plenitud la Inmaculada Virgen María».
El próximo acto de la Hospitalidad de Lourdes será la Caravana Blanca, que llevará a los enfermos a la Catedral el próximo 13 de agosto, cerca de la fiesta de la Virgen.