El pasado 13 de agosto, a las 7 de la tarde, se celebró en la Catedral la Caravana Blanca. Desde hace cincuenta y dos años, enfermos y ancianos son ayudados por voluntarios (camilleros y enfermeras de la Hospitalidad de Lourdes que es la que organiza el encuentro) ponen su oración en las manos de la Virgen María, nuestra Madre del Cielo, bajo la advocación de la Santísima Virgen del Prado.
Esta edición, enmarcada dentro del Año de la Misericordía, comenzaba abriendo las puertas del Perdón de nuestra Catedral para acoger a todos los que quieren acercarse a Dios a través de su Iglesia, y, más concretamente, para recibir a todos los ancianos y enfermos que desde muchos puntos de Ciudad Real y su provincia llegaron para ponerse ante la Virgen María en la advocación de la Virgen del Prado.
Presididos por nuestro Obispo, D. Gerardo, una representación de los enfermos pasó a través de la Puerta Santa. Después el Sr. Obispo asperjó a todos con agua bendita recordándonos que el agua del Bautismo nos limpia y purifica de todo pecado.
Se centró D. Gerardo en María como ejemplo de darse a los demás, de estar siempre pendiente de donde nos pueden necesitar, como ella hizo desde el primer momento acercándose a ayudar a su prima Isabel.
En el momento de las ofrendas, los enfermos y ancianos ofrecieron flores a Nra. Sra. del Prado.
Después de agradecer a todas las personas, entidades y empresas que colaboran para poder llevar a los enfermos ante la Virgen de Prado, finalizó la Eucaristía rezando todos la oración que el papa Francisco preparó para el Jubileo de la Misericordia.