Las convivencias del presbiterio junto al obispo, Gerardo Melgar, se han celebrado en dos tandas este mes de febrero, congregando a la mayor parte de los sacerdotes de Ciudad Real.
La primera de ellas se celebró la semana pasada, terminando en el día de san Juan Bautista de la Concepción, mientras que el segundo grupo de sacerdotes concluyó el encuentro en la fiesta de la Cátedra de San Pedro, ayer, 22 de febrero.
El obispo, en la homilía, tras recordar al papa Francisco e invitar a todo el presbiterio a vivir una comunión con el Papa «afectiva y efectiva», animó a los sacerdotes a vivir su ministerio con una profunda generosidad.
Refiriéndose al Evangelio, monseñor Melgar invitó a todos a pensar que Jesús nos hace la misma pregunta que hizo a Pedro: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?», y a responder no solo «de memoria, con teoría», sino viviendo «según los criterios de Dios».
La primera lectura (1Pe 5, 1-4) era especialmente adecuada para el encuentro de sacerdotes, de manera que el obispo exhortó al presbiterio a vivir su ministerio con alegría, con verdadero ardor, con total disponibilidad, sabiendo acoger con cariño siempre, puesto que «los sacerdotes no tenemos horario, somos sacerdotes siempre, al servicio de la gente 24 horas al día». Como pastores, explicó don Gerardo, los sacerdotes no pueden ser déspotas en el rebaño, sino que han de situarse en ocasiones «en medio del rebaño», como Pueblo de Dios que son, otras veces al frente y alguna vez detrás, «animando a los que se queden rezagados».
Con esta convivencia, el presbiterio ya se ha reunido en dos ocasiones con el obispo en este curso, el pasado noviembre y ahora, en febrero, cuando se ha hablado sobre todo de nuevos métodos pastorales.