«Hemos sentido la cercanía y la presencia de la Virgen del Prado»

El pasado domingo 25 de mayo, sexto de Pascua, Ciudad Real vivió una jornada dedicada a la Virgen por la celebración del tradicional Voto de la ciudad con una misa presidida por el obispo, don Gerardo Melgar. Se celebró, además, el 425 aniversario de la fundación de la Hermandad de la Virgen del Prado y el 75 aniversario de la nueva imagen de la Virgen, obra de Rausell y Llorens. Por la tarde tuvo lugar por las calles de la ciudad una procesión extraordinaria con la imagen de la patrona.
 
La celebración del Voto tiene su origen en 1763, cuando el Concejo de Ciudad realiza un voto a la Virgen del Prado para que todos los años se celebrara «con toda festividad y devoción» el recuerdo de la aparición de «Nuestra Señora del Prado su patrona, fundadora y restauradora de las dos Castillas».
 
En la catedral repleta de fieles, miembros del Cabildo, representantes de la Hermandad y autoridades civiles, entre ellas el alcalde de la ciudad, Francisco Cañizares; don Gerardo Melgar explicó el significado profundo de esta tradición y destacó que esta celebración tiene «una triple finalidad: agradecer a la Virgen su aparición y su presencia en medio de nosotros y los beneficios que con su presencia nos ha otorgado y sigue otorgándonos».
 

Algunos padres que se paran ante la ventana del camarín de la Virgen del Prado para rezarle y se lo explican a los niños


A lo largo de su homilía, el obispo destacó el papel intercesor de la Virgen, recordando que «ella es auxilio de todos los que acuden a ella pidiéndole su ayuda y protección» y que muchos cristianos, como él mismo, han sentido su cercanía en momentos determinantes: «Todos nosotros tenemos experiencia y recuerdo de determinados momentos en los que nos hemos puesto bajo su manto y protección y hemos sentido la cercanía y la presencia de la Virgen del Prado en nuestra vida y en la de nuestra familia».

Don Gerardo subrayó también el papel de la familia en la transmisión de la fe y la devoción mariana, animando a la comunidad que participaba en la misa en la catedral a seguir el ejemplo de sus mayores: «El ejemplo que nos dieron nuestros antepasados, acudiendo tantas veces a rezar a la Virgen del Prado, nos estimulan a nosotros a seguir su ejemplo, a cultivar la devoción a nuestra Madre». Recordó con emoción la imagen de padres rezando junto a sus hijos ante el camarín: «A mí me emociona. Algunos padres que se paran ante la ventana del camarín de la Virgen del Prado para rezarle y se lo explican a los niños [...] Nunca tenemos que olvidar que lo que se aprende de niños no se olvida». En este sentido, añadió que «la familia es el lugar privilegiado para vivir y transmitir la fe de unas generaciones a otras, cuando la fe falta en la familia, difícilmente podemos vivirla y enseñarla a vivir a los demás».
 

«Todos nosotros tenemos experiencia y recuerdo de determinados momentos en los que nos hemos puesto bajo su manto y protección y hemos sentido la cercanía y la presencia de la Virgen del Prado en nuestra vida y en la de nuestra familia»


En este contexto, el obispo hizo una llamada a mantener viva la esencia religiosa de la festividad, especialmente en una sociedad que, según señaló, tiende a alejarse de la dimensión trascendente: «Nuestra sociedad es cada vez más secularizada y autosuficiente. Por desgracia, se olvida tantas veces de que necesita de la protección de Dios y que Dios tiene que ser alguien importante en nuestra vida para encontrar sentido auténtico a la misma».

Ahondando en la devoción a María y en el día del Voto de la ciudad, el obispo invitó a toda la comunidad a pedir su intercesión: «Hoy también es una fecha muy importante para acudir a ella y solicitar su protección y amparo en todos los momentos de nuestra vida, ante las necesidades que podamos tener. María está dispuesta siempre a acogernos bajo su manto maternal, protegiéndonos de todo peligro y ofreciéndonos su intercesión ante su Hijo, para que sepamos responderle con verdad, como verdaderos seguidores suyos».

La misa concluyó con una oración especial a la Virgen por las familias y los seres queridos: «Pongamos en este día bajo la protección y el amparo a todos nuestros seres queridos, a nuestras familias, a las personas que más queremos y pidámosle por todos ellos. Agradezcamos a nuestra Madre los desvelos por nosotros, su intercesión ante su Hijo, para que, como en las bodas de Caná, el Señor haga con nosotros el milagro de convertirnos en lo que Él tiene proyectado para cada uno».
 
Procesión extraordinaria

Por la tarde tuvo lugar, por las calles de Ciudad Real, la salida extraordinaria de la Virgen del Prado, en una procesión que despertó gran expectación, con miles de personas que se congregaron por las calles del centro para acompañar a la Virgen.

Detrás de la imagen de la Virgen, la acompañaban sacerdotes de Ciudad Real y canónigos. Además, en el cortejo participaron autoridades, hermandades y cientos de fieles que, vela en mano, acompañaron a su patrona.
 
425 aniversario de la Hermandad de la Virgen del Prado
 
La celebración del 425 aniversario de la Hermandad de la Virgen del Prado fue una expresión de la identidad cristiana de la ciudad, que ha conservado y transmitido a lo largo de los siglos la devoción a la Virgen. Como expresó don Gerardo en la homilía de la misa, «María es siempre la madre atenta a las necesidades de sus hijos [...] Ella también nos da la confianza suficiente para que podamos recurrir a ella ante nuestras necesidades, sabiendo que siempre van a ser escuchadas y van a ser atendidas».