El sábado 16 de noviembre, más de mil niños de Infancia Misionera de parroquias de toda la provincia pasaron un día de convivencia en Ciudad Real en el décimo cuarto encuentro de este tipo que se celebra.
[Puedes ver imágenes en vídeo de la jornda en este enlace]
La jornada, este año con el lema Comparto lo que tengo, comenzó con la oración y la bienvenida de todos los participantes en la plaza mayor de Ciudad Real. El delegado de Misiones, Damián Díaz, distribuyó a varios grupos que fueron después a varias parroquias de Ciudad Real. Allí participaron en talleres formativos con testimonios de misioneros, coreografías, juegos, oración o el aprendizaje del «decálogo» misionero.
Después de la mañana de trabajo, los voluntarios del encuentro y familiares y catequistas acompañaron a los niños al pabellón Quijote Arena, donde se celebró la misa, presidida por el obispo, don Gerardo Melgar y concelebrada por sacerdotes de parroquias de toda la diócesis.
Don Gerardo hizo una llamada a todos los niños para que compartan lo que tienen con otros niños: «La Infancia Misionera es una jornada destinada a que nos demos cuenta de que, en el mundo, hay muchos niños que necesitan de nuestra ayuda».
Por un lado, «tenemos que compartir lo que tenemos», lo que permite que se puedan sacar adelante proyectos como hospitales o escuelas que ayudan a aquellos niños que menos tienen. Pero, además, podemos «dar lo que somos», que es mucho más, y los niños sois sobre todo «amor, bondad, cariño», dijo. Por eso, insistió a los niños de Infancia Misionera, además de compartir lo material «es necesario que sepáis compartir vuestra bondad con todos los niños […] porque vosotros no sois capaces de guardar rencor a nadie». Les invitó a que hagan realidad su bondad natural en la relación con los demás niños, sobre todo con aquellos con los que conviven, «porque hay niños necesitados de vuestro cariño, de vuestra comprensión».
Esta jornada diocesana de Infancia Misionera, continuó don Gerardo, «os hace a todos los niños una llamada especial a que ayudéis a aquellos que no tienen lo que vosotros tenéis». Pero, sobre todo, les dijo, «tenéis que regalarles vuestra amistad», a imagen de «Dios, que es nuestro mejor amigo y el que más nos quiere». Recordó de manera especial a los niños que viven en soledad, y pidió a los que participaron en el encuentro que se acerquen a ellos para que no estén solos.
En esta misma línea, animó a la infancia a entregarse a los demás: «Los niños disfrutáis cuando estáis unos con otros […] y cuando compartís con los demás os sentís mucho mejor. Por eso debéis compartir todo lo que tenéis y, sobre todo, todo lo que sois: amistad, amor, cariño, perdón». Esto, continuó, es lo que hizo Jesús con nosotros, «porque se hizo uno de nosotros para que nosotros llegáramos a ser hijos de Dios».
Pero, además, don Gerardo explicó que la Infancia Misionera también lanza un mensaje a los adultos: «Vivir esta solidaridad y esta amistad con aquellos que no tienen […] para hacer una sociedad mejor». Todos soñamos, continuó, con hacer un mundo mejor, «en el que desaparezcan las guerras y reine la paz. Tenemos que pedir por ello».
«Vamos a pedirle al Señor que esta bondad que tenéis vosotros de manera natural, la viváis en vuestra relación con los demás niños, para que puedan descubrir en vosotros que hay otros niños que los quieren y los ayudan, que están a su lado cuando están tristes […]. En definitiva, que tienen unos amigos que se preocupan de ellos. Pedimos al Señor por todos aquellos niños que están solos, por aquellos que viven en el mundo en guerra, para que haya paz en todas las naciones y los niños puedan disfrutar de un mundo más humano en el que reine el amor que Cristo nos tiene. Seamos portadores de ese amor para los demás», concluyó.
Esta es la décimo cuarta jornada diocesana de Infancia Misionera que organiza la Delegación diocesana de Misiones de Ciudad Real. Cada año tiene lugar, con el mismo formato, en una localidad de la provincia. Se trata del encuentro más numeroso que se celebra durante el curso pastoral en la diócesis.