Vida Ascendente: los mayores en la Iglesia

Este martes 12 de noviembre tuvo lugar, en la parroquia de San Pablo de Ciudad Real, el encuentro diocesano de Vida Ascendente.

[Puedes ver un resumen del encuentro en vídeo en este enlace]

Se trata de una reunión que se celebra cada año y que reúne a miembros del movimiento de diversas parroquias de la diócesis, que cuentan con más de medio millar de miembros, integrados intensamente en la pastoral diocesana y parroquial. Ciudad Real fue la primera Diócesis de España que inició estos grupos.
 
La misa, que presidió el obispo, don Gerardo Melgar, fue el comienzo del encuentro. Dirigiéndose a los mayores, don Gerardo les invitó a continuar siendo miembros activos de la comunidad eclesial.
 
Insistió el obispo en que ser mayor no es ninguna desgracia, «sino una gracia por la que debemos dar gracias a Dios». Les advirtió que la tentación que hay que superar es «compadecerse de uno mismo y pensar y convencerse de que ya no sirve para nada», y que «la mirada hacia atrás, hacia lo que hemos vivido no debe de ninguna manera ser para mirar la vida con nostalgia y con tristeza». Al contrario, la historia personal es la experiencia «que debe llevarnos a mirar al futuro con alegría y esperanza».
 
En cuanto a la vida eclesial, don Gerardo insistió en que «todos somos necesarios. Por eso debemos esforzarnos en ser miembros activos que seguimos llenos de vida, teniendo una misión importante que cumplir. También en este momento el Señor sigue llamándonos a que entre nosotros sigamos siendo los unos para los otros, verdaderos y auténticos testigos de fe». Además, los mayores, tienen unos valores que tienen que transmitir a los jóvenes y, para eso «la Iglesia cuenta con nosotros […] Para esto no nos jubilamos nunca. El Señor se dirige a cada uno de vosotros, como personas mayores y jubilados, a que seáis portadores y testigos del mensaje salvador para hombres y mujeres de nuestro tiempo […] La Iglesia sigue contando con vosotros», dijo.

 «Seguro que la mayoría de vosotros sois abuelos. Vuestros nietos necesitan de vuestro testimonio y de vuestra palabra»

En cuanto a la familia, el obispo pidió a todos los miembros de Vida Ascendente la evangelización de los nietos: «Seguro que la mayoría de vosotros sois abuelos. Vuestros nietos necesitan de vuestro testimonio y de vuestra palabra, necesitan que les sigáis enseñando a rezar al igual que lo hicisteis un día con vuestros hijos». En este mismo sentido, «vuestro testimonio de fe va a ser la mejor herencia que podéis dejar a vuestros hijos y a vuestros nietos», dijo.
 
«La vida sigue esperando mucho de todos y cada uno de nosotros. Y ahora que disponemos de más tiempo podemos dedicárselo a Dios, a la Iglesia, a la sociedad y a nuestra propia familia. Todo esto se lo vamos a pedir en esta eucaristía al Señor para que os siga dando fuerza y sigáis viviendo vuestra fe y siendo testigos auténticos de vida cristiana para los vuestros», concluyó.
 
Los mayores en la Iglesia
 
Después de la misa, los participantes en el encuentro se dirigieron al salón de actos de la parroquia. Allí, uno de los párrocos de San Pablo, Francisco Javier García de León, impartió la conferencia sobre «la presencia de los mayores en la Iglesia».
 
García de León habló en primer lugar de algunos personajes bíblicos que tienen que ver con el tema de la ancianidad, Se fijó en Abraham que, en su ancianidad, recibe la llamada de Dios. Habló también de Simeón y Ana, testigos de la venida del Salvador. Todo ello para constatar que la ancianidad está «bendecida por la presencia de Dios» que llama a las personas mayores a vivir activamente dentro de la comunidad eclesial, con una «ancianidad abierta a la esperanza», dijo. Subrayó que los mayores, en la comunidad, conservan la memoria de la fe, son «testigos de la historia, protagonistas del hoy y agentes del mañana».
 
En segundo lugar, el sacerdote se refirió a la «vida ascendente». La presentó como un camino «para vivir la esperanza» y compartirla, consiguiendo que los mayores se ayuden unos a otros «a vivir la fe». En todo momento los animó a no ser sujetos pasivos de la fe, sino a preguntarse qué quiere Dios de ellos, saliendo a anunciar el Evangelio. «Atrevámonos a salir de nuestra tierra, remar mar adentro y seguir nuestra esperanza un año más, un día más», dijo.
 
Después de la conferencia del sacerdote intervino el presidente nacional de Vida Ascendente, Jaime Tamarit, así como el delegado diocesano de Apostolado Seglar, Juan Manuel García de la Camacha. Al final de la mañana, antes de la comida y de la conclusión del encuentro, intervinieron los distintos grupos de Vida Ascendente de la diócesis.