Se celebró la convivencia diocesana de Vida Ascendente

Este 8 de noviembre se celebró en la parroquia de San Pablo de Ciudad Real la convivencia diocesana de Vida Ascendente, suspendida los pasados años por la pandemia.
 
El encuentro, en el que participaron en torno a setenta personas, comenzó con la celebración de la eucaristía en la parroquia, concelebrada por los párrocos y el consiliario diocesano de Vida Ascendente, Juan Antonio Castañeda Hueso. Acompañaron a los participantes en el encuentro tanto el presidente nacional de Vida Ascendente como el delegado diocesano de Apostolado Seglar, Juan Manuel García de la Camacha.
 
Después de la misa, los participantes se reunieron en el salón de actos, donde la presidenta diocesana, Conchi Martínez Prado, presentó la jornada, en la que se habló sobre la Realidad de los mayores en nuestra diócesis.
 
La jornada continuó con el coloquio sobre experiencias y proyectos de Vida Ascendente en algunos pueblos de la diócesis. Después de la comida concluyó el encuentro.
 
Vida Ascendente
 
Vida Ascendente es un movimiento de laicos jubilados y mayores, reconocido y aprobado por la Conferencia Episcopal Española. Con presencia en varias parroquias de la diócesis, su objetivo es llevar el mensaje del Evangelio a mayores y jubilados para que aporten a la sociedad y a la Iglesia su fe, experiencia y tiempo.
 
Reúne a sus miembros en pequeños grupos de trabajo y oración, creando un ámbito de amistad para compartir sus preocupaciones y vivencias. En el mismo sentido, ofrece a sus miembros los medios para profundizar en su fe y acreditar su esperanza, logrando que todos sus miembros vivan esta etapa de su vida en plenitud humana y cristiana. Con su trabajo, Vida Ascendente abre cauces para la integración de los mayores en la misión de la Iglesia, impulsando a sus miembros a una participación activa en la comunidad. De igual modo, estimula y orienta para que, como ciudadanos responsables, participen en la animación cristiana de la sociedad, adoptando un nuevo estilo de solidaridad con los demás.
 
Actualmente está establecido en todas las diócesis españolas, contando con cerca de 30.000 miembros repartidos en 1.800 grupos en parroquias: urbanas y rurales y en residencias.