La tarde de ayer, el teatro Quijano de la capital acogió la presentación de la LVIII Campaña contra el Hambre de Manos Unidas.
Tras la proyección del vídeo de la campaña, Pelayo Dorado, presidente de la ONG en la Diócesis, abrió el acto explicando la LVIII Campaña contra el Hambre, que este año lleva por lema «El mundo no necesita más comida. Necesita más gente comprometida».
Después de la presentación, Dorado dio paso al misionero escolapio Juan Negro, que está acompañando a Manos Unidas por la Diócesis para la presentación de la campaña. El misionero es el provincial de la Provincia Escolapia de África Central, y dio a conocer los proyectos que se benefician de la ayuda de Manos Unidas. Esta ONG es la que más presencia tiene en Camerún, apoyando proyectos en los que ya se trabaja, haciendo que la ayuda sea más eficaz. El misionero subrayó el trabajo de Manos Unidas, haciendo hincapié en el mínimo porcentaje de sus ingresos que emplea la ONG para su mantenimiento.
En África, los escolapios trabajan en educación, procurando dotar de medios para vivir a la población, desde agua potable a diversos trabajos, buscando su independencia y con el objetivo de reducir la alta mortalidad. Tienen proyectos en Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón y Congo. En estas misiones no hay «hambruna, pero sí desnutrición. No hay agua potable, lo que provoca que la esperanza de vida sea de 55 años. Además, los colectivos que más sufren son las mujeres y los niños, donde más ayuda Manos Unidas».
Tras el testimonio del escolapio, la asociación cultural Veleta Roja ofreció un pequeño espectáculo, muy apropiado para la jornada, con varios cuentos que emocionaron al público. Veleta Roja crea proyectos de elevada envergadura artística, con una sólida base educativa, buscando que el fruto de los mismos se revierta a su vez en acciones de carácter social. Hasta la fecha han colaborado Fisensi, NicarAgua, Niños que ayudan a niños, Feyda, Asociación Cuentos Grandes para Calcetines Pequeños, Fundación Agua de Coco, Asimaga y Manos Unidas.