La Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos del 18 al 25 de enero de 2024. Este año con el lema «Amarás al Señor, tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo». El Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos y la Comisión fe y constitución del Consejo Ecuménico de Iglesias elaboran conjuntamente unos materiales para ayudar a la reflexión y para preparar las celebraciones del Octavario.
La semana de oración por la unidad de los cristianos (del 18 al 25 de enero) es un momento especial en el año, en el que los creyentes de diferentes confesiones se unen en oración por la unidad de la Iglesia. Cada año, se elige un tema de reflexión que sirve como guía para las actividades y reflexiones durante esta semana. En esta ocasión, los cristianos de Burkina Faso nos invitan a meditar en la parábola del buen samaritano, recordándonos que la iglesia es un lugar de acogida y refugio para aquellos que han sido heridos por la vida.
El lema de este año, «Amarás al Señor, tu Dios... y a tu prójimo como a ti mismo» (Lucas 10, 27), nos recuerda la importancia de amar a Dios y a nuestro prójimo de manera incondicional. El buen samaritano, en la parábola de Jesús, nos enseña que el amor y la compasión no conocen barreras religiosas ni culturales. El samaritano, despreocupándose de su propia seguridad y comodidad, se acerca a aquel que ha sido maltratado y herido, mostrándole así un genuino amor y preocupación. Esta es la clase de amor que debemos practicar no sólo en nuestra vida diaria, sino también en la unidad de la Iglesia.
Los cristianos de Burkina Faso nos recuerdan que la Iglesia es un lugar de acogida y refugio para todas las personas heridas de la vida. Es un lugar donde las diferencias de raza, cultura y denominación no deben separarnos, sino unirnos en nuestra fe común. La parábola del buen samaritano nos enseña que no debemos hacer distinción de quién es nuestro prójimo, sino que todos aquellos que están en necesidad son dignos de nuestro amor y cuidado. Además, y sobre todo, son hijos e hijas de Dios.
El buen samaritano, en la parábola de Jesús, nos enseña que el amor y la compasión no conocen barreras religiosas ni culturales
Es fácil caer en la división y en el juicio, especialmente cuando nuestras creencias y prácticas difieren de las de otros cristianos. Pero esta semana de oración nos invita a superar esas barreras y a buscar caminos de unidad y reconciliación. No podemos ignorar el dolor de la división que existe entre los cristianos, pero tampoco podemos conformarnos con simplemente lamentarlo. La oración, el diálogo y el compromiso de trabajo en conjunto son fundamentales para avanzar hacia la unidad.
En España,
los obispos también han manifestado la importancia de la unidad entre los cristianos. Ellos reconocen que la diversidad de nuestros carismas y dones no debe ser motivo de división, sino una riqueza que enriquece nuestra fe y nuestra relación con Dios. La unidad no significa uniformidad, sino reconocer que a pesar de nuestras diferencias, somos parte del mismo Cuerpo de Cristo.
Desde la Delegación de Ecumenismo de la diócesis de Ciudad Real, invitamos a que, en nuestras parroquias y realidades eclesiales, creemos un movimiento de sensibilización y también de acercamiento fraternal a otros hermanos que no son católicos. Para ello, creo esencial la formación, el conocimiento de otras realidades eclesiales, algunas muy cercanas a nosotros, para así poder buscar momentos de encuentro, tanto en el diálogo como en la oración.
En estos días del octavario, como actividad diocesana, se celebrará, el viernes 19 de enero,
una oración en el templo de San Pedro de la capital, al estilo ecuménico de Taizé, como momento extraordinario dentro del octavario. Será a las 20:30 h.
Durante esta semana, nos unimos en la oración y nos acercamos a Dios para pedirle que fortalezca nuestros vínculos y nos guíe en nuestro camino hacia la unidad.
Por Amadeo Puebla Rodríguez