El pasado domingo 9 de octubre se celebró en Albacete el VII Encuentro Regional de voluntarios de Cáritas, con la participación de 210 voluntarios de toda Castilla-La Mancha.
De nuestra diócesis, 70 voluntarios participaron en el encuentro, que contó con la presencia del obispo, don Gerardo Melgar, y del vicario general, Jesús Córdoba.
Después de la oración y saludos, la jornada comenzó con la conferencia de Mons. Atilano Rodríguez, obispo de Sigüenza-Guadalajara, con el título Identidad eclesial de Cáritas desde una mirada viva. El obispo recordó que la caridad forma parte de la naturaleza íntima de la Iglesia y del amor preferencial por los pobres. «Como voluntarios debíamos de tener los ojos muy abiertos a las nuevas pobrezas: la falta de sentido, la drogadicción, los sin techo, emigrantes, los ancianos cada vez más solos, la trata de personas, el cuidado de la casa común. Doblemente pobres: mujeres que sufren la violencia, la exclusión y el maltrato sin poder defender sus derechos. La caridad no pude quedarse en el puro asistencialismo, sino que debe fijarse en las causas estructurales de la pobreza», dijo don Atilano.
Amador Casquero, coordinador de Cáritas Regional de Castilla-La Mancha, fue el encargado de dirigir la segunda parte de la jornada, con una intervención sobre Actualizar nuestra mirada de voluntarios. Aunque la realidad nos muestra demasiado dolor: desempleo, pandemia, guerras, etc., los voluntarios de Cáritas han de mirar esta realidad desde otra perspectiva: desde el compromiso, desde la esperanza, desde la mirada a la persona, explicó Casquero. Pasando por varios puntos, hizo un recorrido a algunas cuestiones que, como voluntarios, «no debemos olvidar: nuestra llamada y respuesta, el encuentro con los más desfavorecidos, el ser y hacer felices, ser Iglesia en salida».
Después de la comida, la jornada concluyó con la misa, que presidió el obispo de Albacete, don Ángel Fernández, acompañado por los obispos de Ciudad Real, Cuenca y Sigüenza-Guadalajara, así como por varios sacerdotes.