La semana vocacional se celebró este año entre el 12 y el 20 de marzo con el lema Destino: Esperanza. Nueve días con actividades de oración y reflexión en torno al discernimiento y la vocación que concluyeron con el Día del Seminario el pasado domingo 20 de marzo.
Entre el 12 y el 20 de marzo, se celebró en toda la diócesis la Semana Vocacional, siete días centrados en actividades para la oración y la reflexión vocacional que concluyeron con el Día del Seminario el pasado domingo.
El acto de apertura de la semana fue el encuentro de adolescentes y jóvenes celebrado el 12 de marzo en Ciudad Real, con más de ciento treinta participantes que disfrutaron de distintas actividades por toda la ciudad.
La jornada comenzó en el Seminario, con la acogida y el reparto por los grupos que visitaron las parroquias de La Merced, Santiago, San José y San Juan de Ávila. En cada uno de los templos se llevó a cabo una dinámica en torno a cada uno de los términos que sirvieron para la reflexión vocacional durante todo el día. «Escucha, silencio, misión y disponibilidad» fueron las ideas sobre las que se trabajó durante todo el día, siendo también las palabras utilizadas para la oración en la vigilia de la catedral, acto con el que finalizaba el encuentro.
En la vigilia el obispo se dirigió a todos los jóvenes poniendo los ejemplos vocacionales de la Virgen María y de san Juan de Ávila. Ambos lo dejaron todo después de escuchar la llamada del Señor. En el caso de la Virgen, siguiendo a Jesús con un «hágase» que repitió durante toda su vida, hasta la muerte en cruz de su hijo. Precisamente esta experiencia de contemplación de la entrega del Señor en la cruz fue la que hizo que san Juan de Ávila entregara su vida haciéndose sacerdote: «Yo tengo que rendirme a tu llamada y decirte que aquí estoy para responderte a lo que me pidas, dedicar mi vida a anunciar a todos los hombres el amor de Dios», dijo don Gerardo, resumiendo la respuesta del santo manchego.
Para terminar, el obispo invitó a todos los jóvenes en la catedral a confiar en el Señor y, desde la fe, preguntarse «desde qué vocación puedo servir mejor a Dios y a los hermanos. Es desde esta fe desde la que seremos capaces de responder positivamente al Señor sobre lo que nos propone […] Es desde la fe desde la que cada uno puede responder al Señor con toda sinceridad, planteándose su vocación a corazón abierto para descubrir cuál es el camino por el que Él le llama y poder seguirle con esa misma generosidad», dijo.
Después de las palabras del obispo, se expuso el Santísimo, con unos minutos de silencio para la oración y la adoración.
Para terminar la vigilia y el encuentro de jóvenes, se encendió una llama en la catedral, distribuyéndola para que iluminara varias parroquias durante toda la semana de oración por las vocaciones.
Al día siguiente, el domingo 13 de marzo, se rezaron las vísperas con adoración al Santísimo en la capilla mayor del Seminario. Durante esta oración, los cuatro seminaristas que celebraron el rito de admisión el pasado sábado dieron un testimonio vocacional tanto a sus compañeros como a todos los fieles que acudieron al seminario.
El martes 15 de marzo fue el tercer acto de la semana. En este caso fue la delegación de Pastoral Universitaria que, junto a la de Vocaciones y a la de Pastoral Juvenil coordina la Semana Vocacional, la que organizó un encuentro de universitarios en la facultad de Letras de la universidad. Los estudiantes que acudieron al aula escucharon a cuatro universitarios en una mesa redonda sobre su propio futuro en clave vocacional. Se refirieron a sus experiencias de fe, a la razón por la que están tomando decisiones fundamentadas en una «llamada», al acompañamiento espiritual que reciben y al discernimiento que llevan a cabo.
El miércoles 16 de marzo, el Instituto Diocesano de Teología se unió a la Semana Vocacional con la actividad Teología y vocación, que organiza el instituto junto al Seminario. Se trataba, como en años anteriores, de reflexionar sobre la vocación desde la teología. Para ello, intervinieron tres profesores del instituto: Lorenzo Trujillo, antiguo rector; Manuel Pérez Tendero, actual rector, y Juan Serna, director del instituto teológico.
Trujillo habló sobre eclesiología, comunión y sinodalidad, aprovechando la reflexión sinodal que se está realizando en toda la Iglesia.
En la misma línea, Juan Serna expuso algunos criterios de discernimiento para aprender a atender la voz del Espíritu cuando escuchamos hablar del Sínodo.
Por su parte, Pérez Tendero hizo una reflexión sobre la repercusión de la sinodalidad en las distintas vocaciones.
Después de la intervención de los tres profesores, los alumnos pudieron preguntar y participar con sus aportaciones al tema. La actividad concluyó con la misa, presidida por Juan Serna, director del instituto.
El viernes 18 de marzo, por la noche, se celebró un viacrucis por el Seminario con la participación de los seminaristas y de fieles, sobre todo de las parroquias de la capital.