Camino al sacerdocio

Borja Moreno es seminarista y está en su último año de preparación para el sacerdocio, un año de pastoral en el que convive con un sacerdote y ayuda en la parroquia de Argamasilla de Alba. En esta Semana Vocacional que celebramos hasta el próximo 20 de marzo, nos cuenta los inicios de su vocación y su paso al Seminario.

Mi nombre es Borja, tengo 26 años, soy de Ciudad Real, y soy seminarista. Actualmente me encuentro realizando el curso de pastoral en la parroquia de Argamasilla de Alba hasta la ordenación.

Desde muy pequeño, el Señor ha estado presente en mi vida a través, sobre todo, de la figura de mis abuelos y de mi madre. Muy pronto comencé la catequesis en mi parroquia, la parroquia de San Pedro de Ciudad Real, y todos los domingos íbamos juntos a misa. Gracias a Dios puedo decir que me he criado en un ambiente religioso y lleno de cariño.

Desde muy pequeño, el Señor ha estado presente en mi vida a través, sobre todo, de la figura de mis abuelos y de mi madre

Un acontecimiento importante fue que, con doce años, empecé a estudiar en el colegio de los salesianos en Ciudad Real. Muy pronto me fascinó la figura de Don Bosco, un sacerdote santo que entregó toda su vida para que los jóvenes fueran «buenos cristianos y honrados ciudadanos».

Así, con quince años tenía director espiritual, doble catequesis (en la parroquia y en el colegio), y empecé a ir a misa todos los días. Llegaba todas las tardes a la parroquia y me plantaba delante del sagrario esperando que el Señor actuara en mi vida de alguna manera. Sentía en mí que el Señor me lo había dado todo, hasta su vida en la cruz, y yo debía corresponder a ese amor de alguna manera.

Empezó a despertarse en mí la pregunta: «¿y si el Señor quiere que yo sea sacerdote?», y le decía al Señor que si eso venía de Él, que me lo quitara, pero ese sentimiento no me abandonaba, al contrario, cada vez se hacía más fuerte.

De pronto, cuando estaba en 1.º de Bachillerato, un chico de la parroquia se marcha al Seminario, y eso me descolocó totalmente, un chico como yo había dicho que el Señor le llamaba a ser sacerdote y, por si fuera poco, al año siguiente otro chico también se fue, ¡qué alegría!

Doy gracias a Dios y a la Iglesia, y me encomiendo especialmente a vuestra oración

Termino 2.º de bachillerato y ya había llegado el momento de ser claro con el Señor. Fui a hablar con don Pedro, el rector, y con el formador de Fundamentación. Gracias a Dios me acogieron con todo el cariño del mundo, y el día 15 de septiembre de aquel año 2014 entré en el Seminario.

En estos años he estado en las parroquias de San Rafael de Alcázar de San Juan, en Abenójar, Cabezarados, Navacerrada,  Torralba de Calatrava, Moral de Calatrava, en la parroquia de la Asunción de Puertollano y, ahora, en Argamasilla de Alba.
Doy gracias a Dios y a la Iglesia, y me encomiendo especialmente a vuestra oración.
 
Por Borja Moreno del Campo