Teresa Requena es directora de Cáritas Interparroquial de Tomelloso, una de las localidades que recibe más temporeros en nuestra provincia, especialmente para la campaña del melón y de la uva. Hablamos con ella para que nos cuente el trabajo que se ha venido realizando desde hace años en esta localidad.
Tomelloso recibe temporeros desde hace muchos años y, especialmente, con el crecimiento del cultivo de la vid a finales del XIX y principios del XX. Ahora no es igual, ¿podrías hablarnos de la diferencia entre aquellos temporeros y los actuales?
La primera diferencia es que los temporeros de antes venían especialmente de la zona del sur de España y lo hacían con su familia, principalmente a la vendimia que se alargaba hasta mediados del mes de octubre, constituyendo su principal medio para pasar el resto del año. Además, trabajaban con las mismas familias año tras año, por lo que en muchos casos se les consideraba como un miembro más.
Y en los últimos años, ¿qué ha cambiado?
Han cambiado muchas cosas en este tiempo. La mecanización del campo ha hecho que se necesite menos mano de obra, por lo que, al necesitarse menos gente, el temporero ya no se ciñe simplemente a la vendimia, que no le permitiría su sustento y el de su familia durante el año, teniendo que adaptarse a otro tipo de campañas agrícolas, que en nuestra región se extienden durante varios meses. Asimismo, el perfil del temporero ha cambiado mucho, ya no son esas familias que venían de la zona sur de nuestra provincia y de Andalucía principalmente, sino que el temporero viene de muy distintos países.
Cáritas denuncia con fuerza tanto las condiciones de alojamiento como los asentamientos y ofrece algunas soluciones, ¿cuál es el trabajo de Cáritas en Tomelloso?
Desde Cáritas intentamos dar a conocer a la sociedad de Tomelloso las condiciones indignas en que estas personas, «trabajadores del campo», viven y trabajan en nuestra ciudad. Esta labor se lleva a cabo a través de comunicados, ruedas de prensa y reuniones que se mantienen cada año con las distintas instituciones que trabajan con temporeros en nuestra ciudad.
Se dice que hay mafias que se quedan con parte del sueldo de los trabajadores e, incluso, llegan a retener documentación, ¿ha mejorado esto en los últimos años?
En Tomelloso no nos consta que se les retenga la documentación. Sin embargo, sí es cierto que se producen abusos en el tema salarial, ya que parte del salario se lo lleva el intermediario, o se ven obligados a pagarse el transporte e incluso el material de trabajo, por ejemplo, una simple tijera, con lo que la situación no ha mejorado.
Cáritas ofrece un servicio de intermediación laboral…
Sí, durante la temporada de campañas agrícolas, Cáritas tiene un servicio de intermediación laboral que intenta, por un lado, que el temporero acceda a un contrato de trabajo digno, y por otro, sensibilizar al agricultor para que sea justo a la hora de contratar y piense que es un trabajador más.
Por último, y al hilo del lema de la campaña —El trabajo digno da buen fruto—, ¿qué pedís desde Cáritas al resto de la Iglesia, a las instituciones y a toda la población?
Pedimos que a estas personas, que son trabajadoras como cualquiera de nosotros, se les trate de manera digna y justa, como nos gustaría que nos trataran a nosotros, y que sus derechos sean respetados por todos, especialmente por aquellos que deben ser garantes de los mismos (administración, agricultores...) Y a la Iglesia, que sea valiente y se atreva a denunciar todas las situaciones injustas que viven nuestros hermanos que con su trabajo están contribuyendo a la riqueza de nuestro pueblo.
Esta entrevista se publicó en Con Vosotros de 20 de junio de 2021