El pasado domingo de Pentecostés se emitió en directo la eucaristía desde la Catedral a través de los canales de Youtube y Facebook de la diócesis.
Antes de la emisión de la misa, se pudieron escuchar los testimonios de dos laicos (el día de Pentecostés se celebra el día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar), precedidos por el delegado de Apostolado Seglar de la diócesis, Juan Manuel Gracía de la Camacha, que los presentó.
Intervinieron, en primer lugar, el delegado de Apostolado Seglar de la archidiócesis de Santiago de Compostela, Alfredo Losada Suárez; y después, Dolores García Pi, presidenta nacional del Foro de Laicos.
Losada habló del pasado Congreso Nacional de Laicos celebrado el pasado febrero en Madrid. En su intervención, explicó las acciones que se van a llevar a cabo en la Iglesia española después del congreso, centradas en el primer anuncio, en el acompañamiento, en los procesos formativos y en la presencia en la vida pública.
El delegado habló de la llamada que Dios nos hace a vivir un «renovado Pentecostés», a que sintamos la necesidad de vivir en comunidad, animados por el Espíritu Santo en las comunidades lo que somos, lo que hemos vivido, lo que queremos trabajar y vivir. Esto lo dijo hablando de la situación de confinamiento en la pandemia que se ha vivido y de la actuación de la Iglesia en estos momentos.
Por su parte, Dolores García Pi, presidenta del Foro de Laicos de España, se refirió también al reciente congreso de laicos Pueblo de Dios en salida, donde participó en la comisión de contenidos. Explicó el desarrollo del congreso y se refirió especialmente al mensaje enviado por el papa Francisco que, en opinión de García Pi, tenían un «profundo sentido profético» tras lo vivido en las últimas semanas con el confinamiento. En este sentido, el Papa decía a los laicos que la historia que vivimos nos viene dada, no se elige. Después, animaba a los laicos diciéndoles que es su hora, el momento de los comprometidos en el mundo, que «con su modo de vivir sean capaces de llevar la novedad y la alegría del evangelio allí donde están». El Santo Padre continuaba diciendo que los laicos no tuvieran miedo a salir a la calle para curar las heridas del mundo, para «salir al encuentro del otro, sin juzgarlo, sin condenarlo, sino tendiéndole la mano para sostenerlo, animarlo o, simplemente, para acompañarlo en su vida».
Respecto al mensaje del Papa, Dolores García se refirió a las «historias de cercanía» vividas por los laicos en el confinamiento, con compromiso como familias, como cristianos y haciendo su trabajo, como el personal sanitario y todos aquellos que han procurado que nadie se quede atrás.
Puedes escuchar sus testimonios completos en el siguiente enlace: