Entre el 5 y el 6 de noviembre se celebró la convivencia sacerdotal en el Seminario Diocesano. Se trata de unos encuentros organizados desde 2016 y que conjugan formación, oración y convivencia entre los sacerdotes.
La primera jornada comenzó con la comida del lunes y se dedicó a la formación, para lo que se dirigió al presbiterio el obispo de Asidonia-Jerez, monseñor José Mazuelos. Licenciado en Medicina y doctor en Teología Moral, el prelado hizo una comunicación sobre familia, ideología de género y transexualidad, tema que abordó también al día siguiente en una conferencia dirigida a laicos.
El segundo día estuvo centrado en la oración, con un retiro dirigido también por monseñor Mazuelos. Hasta la eucaristía, que presidió el obispo de Ciudad Real, don Gerardo Melgar, los sacerdotes rezaron ante el Santísimo, expuesto en la capilla mayor del Seminario.
Monseñor Melgar explicó que «las convivencias son importantes porque el sacerdote necesita de momentos para encontrarse con él mismo, con el Señor y con el ambiente social en el que se vive». Se trata de convivencias que reúnen, como explicó el obispo, lo que aconseja Pastores dabo vobis: la formación intelectual, espiritual, pastoral y humana.
Por su parte, Pedro López de la Manzanara, delegado diocesano para el Clero, explicó que estas convivencias son importantes «por el encuentro entre los sacerdotes. Se tienen momentos como estos que nos hacen sentir lo que somos: un presbiterio para servir a nuestros hermanos».