Cada año, los sacerdotes celebran dos convivencias en el Seminario Diocesano, divididos en dos grupos para facilitar la asistencia. De este modo, los pasados 5 y 6 de febrero se reunió el primer grupo, para convivir y animar a la labor pastoral.
En este encuentro los acompañó una religiosa Agustina de la Conversión, la hermana Patricia, formadora de postulantes en su congregación. Habló a los sacerdotes sobre el acompañamiento espiritual, la materia central en la programación pastoral de este año, y también en todas las convivencias de sacerdotes del curso.
Además de la conferencia sobre el acompañamiento, la religiosa dirigió el retiro, en el que habló a los presbíteros sobre el «joven rico» aplicado a la vida sacerdotal.
Después de estas actividades, el encuentro se cerró con la eucaristía, que presidió el obispo. Monseñor Gerardo Melgar habló al grupo sobre la «autenticidad», buscando que coincida lo que se hace y lo que se es, lo que se vive y lo que se dice. Esto, explicó monseñor Melgar, es algo que a los cristianos nos piden incluso los no creyentes, y que en el evangelio se nos muestra a través de las disputas con los fariseos. «Jesús les exige que sean consecuentes; que no se queden en lo exterior; que no se fijen en las apariencias porque Dios mira el corazón; que cumplan y vivan lo que exigen a los demás».
En el mismo sentido, recordó que desde muchos ámbitos se pide esto a los creyentes: «Se nos hace hoy una llamada a la autenticidad, a vivir siendo consecuentes con nuestra identidad de cristianos y, mucho más, con nuestra identidad sacerdotal y con la gran misión que el Señor nos ha confiado». De esta forma, concluyó, cuanto más cerca del Señor, más los cristianos serán más auténticos.
La próxima convivencia será los días 6 y 7 de marzo, también con las aportaciones de la hermana Patricia. Además, los sacerdotes tienen programados ejercicios espirituales entre el 19 y el 23 de febrero.