La XLI Peregrinación Diocesana con enfermos a Lourdes reunió en el santuario a la peregrinación manchega de 469 personas entre enfermos, voluntarios, jóvenes y niños del 22 al 26 de junio.
El grupo, al que acompañó el obispo, monseñor Gerardo Melgar, marchó hacia Lourdes en la madrugada del 22 de junio junto a 140 enfermos, 89 enfermeras, 42 camilleros, 110 peregrinos, 11 sacerdotes, 22 jóvenes y 39 niños junto a 15 monitores.
En esta ocasión, el lema de la peregrinación ha sido «Haced lo que Él os diga», con las palabras de la Virgen María en las Bodas de Caná. De este modo, por un lado se invita a los enfermos a la oración pensando en el mandato de María que intercede ante su hijo por los demás; y a todos los voluntarios se les sugiere ser parte activa de la acción del Señor, iniciados por la Virgen en la ayuda al prójimo.
Con esta perspectiva, el sábado por la mañana se celebró un viacrucis con los hospitalarios, los niños y los peregrinos; continuando con la eucaristía en la que se administró la unción de enfermos. Por la tarde del mismo sábado se ofreció a todos la confesión, rezando después el Rosario por el santuario en la «procesión de las antorchas».
El domingo tuvo lugar un viacrucis con los hospitalarios, los niños y los peregrinos. Después, todo el grupo participó en la «misa internacional», que presidió monseñor Carlos Escribano, obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, en la iglesia de Santa Bernardette. Después, marcharon a las piscinas, en las que los voluntarios del santuario ayudan para que el peregrino se sumerja en el agua. Esta actividad responde a las palabras de la Virgen a santa Bernadette: ¡Venga a beber y a lavarse en la fuente! Esta referencia bautismal inspira la curación, en el sentido bautismal de ser «hombres nuevos».
El lunes, monseñor Melgar presidió la eucaristía en la Gruta para todo el grupo de la Diócesis de Ciudad Real, acompañado para concelebrar por los once sacerdotes de la peregrinación. Después, los peregrinos visitaron los lugares de Bernadette, celebrando la «fiesta de los enfermos» después de comer. La despedida fue por la noche, orando a la Virgen de Lourdes.
Los niños y preadolescentes que fueron a Lourdes, 39 niños y 22 jóvenes, realizaron actividades distintas al grupo, con momentos de oración y formación lúdica adaptados para ellos.