El pasado 30 de mayo, el Seminario Menor puso rumbo a tierras del Quijote llegando a Argamasilla de Alba, donde todos celebraron la eucaristía a los pies de la Virgen de Peñarroya, que se encuentra ahora en el pueblo.
En Argamasilla, los seminaristas conocieron el templo parroquial, que guarda el cuadro exvoto de Don Rodrigo de Pacheco, fechado en 1601 y situado en la capilla de la Virgen de la Caridad de Illescas. Bajo la obra, pudieron leer la leyenda que relaciona a Don Rodrigo de Pacheco, enterrado en esta capilla, con el ingenioso hidalgo: «Apareció Nuestra Señora a este Caballero estando malo de una enfermedad gravísima desamparado de los médicos víspera de san mateo año MDCI encomendándose a esta señora y prometiéndole una lámpara de plata llamándola día y noche de un gran dolor que tenía en el celebro de una gran frialdad que se le cuajó dentro».
Después de la misa, el grupo salió hacia el Castillo de Peñarroya, donde pasó la noche en una de las salas del castillo. En un ambiente extraordinario, regado por las aguas del pantano y por los pasadizos del castillo, los seminaristas participaron en una actividad inspirada en las Órdenes Militares. A la mañana siguiente, río arriba se dirigieron a Ruidera, donde celebraron la eucaristía en el templo de Ntra. Sra. de la Blanca, patrona de la localidad. La tarde se dedicó a disfrutar de las lagunas, llenas de agua en esta época.
Al día siguiente, tras las clases de la mañana en el Seminario, se dirigieron a Almagro, donde vieron La Venganza de Don Mendo, que se interpretó en el Corral de Comedias. La jornada en Almagro terminó, después de varias visitas y de la comida en las casas de los seminaristas, con la eucaristía, poniendo fin a esta particular ruta quijotesca, cultural y original.