Clausurada la Visita Pastoral a Ciudad Real

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La misa de clausura de la Visita Pastoral en el arciprestazgo de Ciudad Real se celebró el pasado sábado 28 de abril en la catedral, con la presencia de fieles de las parroquias del arciprestazgo.
 
Con esta celebración, concluye una visita que comenzó, también en la Catedral, el 13 de enero, con una misa tras la que monseñor Gerardo Melgar fue visitando, entre enero y abril, a las parroquias de Santa María del Prado, San Pedro, Santiago Apóstol, Ntra. Sra. del Pilar, Santo Tomás de Villanueva, Santa María Magdalena (La Poblachuela), San Juan de Ávila, San Pablo, Ntra. Sra. de los Ángeles, San José Obrero, San Juan Bautista y la Catedral de Ntra. Sra. del Prado. Por último, hizo la visita en las poblaciones de Las Casas, Picón, Poblete y Valverde.
 
En cada uno de los encuentros, el obispo se reunió con las comunidades parroquiales, con los sacerdotes, visitó colegios e instituciones y tuvo encuentros con los enfermos, tanto en sus domicilios como en las residencias de ancianos.
 
En la homilía en la catedral el pasado 28 de abril felicitó a los sacerdotes por la visita, así como «el buen hacer, la dedicación y la generosidad de tantas y tantas personas que están dando lo mejor que ellas tienen, que es su persona, su saber y su tiempo al servicio de la evangelización». Continuó dando las gracias a todos los que trabajan en las parroquias, incluso a aquellos que aún «no han comenzado o no han encontrado el modo de hacerlo, pero están dispuestos a ofrecer un poco de su tiempo, de su saber o su esfuerzo en servicio de la fe de los hermanos».
 
Tras describir la situación social en medio de la que se encuentran los cristianos, afirmó que «nuestro mundo nos está pidiendo a gritos la necesidad de un cambio radical», en profundidad, una «verdadera y auténtica transformación». Es aquí donde el Señor cuenta con todos los cristianos, explicó, a la hora de transformar el mundo para acercarlo más a Él. En este quehacer todos los cristianos son apóstoles: personas «enamoradas de Él y su mensaje y, por eso, capaces de comprometer su vida y entregarse por entero a la misión que el Señor les encomendaba».
 
El próximo año don Gerardo continuará con la visita en otro arciprestazgo.