El viernes antes de Navidad, monseñor Gerardo Melgar, obispo de Ciudad Real, presidió una oración en la Catedral de Ciudad Real donde se recibió y entregó la Luz de la Paz de Belén.
Esta luz, que se prende en la Basílica de la Natividad de Belén, se traslada por todo el mundo en manos de los scouts, que en nuestra Diócesis la reparten desde la Catedral por muchas de nuestras comunidades.
En los últimos años, esta iniciativa ha calado en las parroquias, que a su vez la reparten entre las familias con diversas celebraciones. De este modo, una presencia simbólica desde Belén llena los hogares de la Diócesis, para invitar a todos los cristianos a «vivir desde la luz de Cristo, aceptando su mensaje y su vida como el modelo desde donde debemos vivir nuestra vida», como expresó el obispo en la celebración.
Monseñor Melgar terminó la celebración invitando a todos a comprometerse «a ser verdaderos protagonistas, verdaderos creadores de paz de nuestra vida y con todos los que tratamos».