El pasado curso, el obispo, monseñor Gerardo Melgar, inició encuentros con los sacerdotes para reunir, en dos tandas cada vez, a todo el presbiterio. De ese modo, en noviembre del pasado año se celebraron dos encuentros, que continuaron en febrero de este año. Ahora, los pasados 6 y 7 de noviembre, reunió en el Seminario Diocesano a la primera tanda de sacerdotes, los que corresponden a las zonas pastorales de Ciudad Real, Puertollano, Valle de Alcudia, Montes y Almadén, completando el grupo la semana próxima.
La actividad comenzó el lunes con la conferencia de Antonio Muñoz Varo, presidente nacional de Acción Católica, que habló sobre el laicado y el acompañamiento, dejando espacio para el trabajo de los sacerdotes reunidos en grupos.
El último día se centró en la oración, con la ayuda de la meditación del delegado del Clero de la Diócesis, Pedro López de la Manzanara, que habló a los sacerdotes sobre la relación entre Jesús y san Pedro, como modelo para todo acompañamiento.
La eucaristía, presidida por el obispo, cerró el encuentro. El obispo explicó la parábola del banquete, a través de la que llamó a todos a preguntarse cuál es la «respuesta personal y de fe» de cada uno al Señor. Él invita a todos los sacerdotes, «por una parte, a ir a la cena [el banquete] y vivir personalmente las exigencias de ese Reino y, por otra parte, a ser portadores hoy y aquí de los valores de ese reino suyo, aunque no veamos sus frutos inmediatos». En este sentido, monseñor Melgar animó a los presbíteros a escuchar las invitaciones del Señor y a responder con pasión: «Señor, allí estaré, cuenta conmigo»; además de ser portadores de la invitación del Señor «al banquete» para que todos entren.