La vocación de los apóstoles es la obra que ofrece el Museo Diocesano para este mes. Forma parte de la colección permanente del museo, donada por Don Emilio Lancho Casado y Doña Mercedes Alonso Merino de Ciudad Real.
El tema tiene la referencioa en los evangelios: Juan 1, 35-51, Mateo 1, 16-22 y Marcos 1, 16-20.
La lectura de la obra es la vocación de Pedro y de su hermano Andrés, asociado a la pesca milagrosa, de acuerdo al evangelio de san Lucas (Lc 5,1-11). La hermosa obra que nos ocupa, forma parte de la colección permanente del museo Diocesano, donada por Don Emilio Lancho Casado y Doña Mercedes Alonso Merino de Ciudad Real.
La tabla es del siglo XII, resto de un retablo, en madera policromada (rojo, verdoso, amarillo, azul), rectangular de 60x43 cm. en bajorrelieve.
No conocemos la identidad del escultor pero su estilo sigue con claridad y afirmamos, que es una copia antigua del original «Vocación de los apóstoles», del genial escultor conocido bajo el sobrenombre Maestro de Cavestany, del siglo XII (Escuela catalana de San Quirze) Barcelona; cuyas características las vemos plasmadas en la tabla del museo diocesano, principalmente en su gran fuerza expresiva y capacidad narrativa.
Algunas de estas características son:
- El tratamiento especial que da a la figura humana.
- Caras triangulares con los ojos almendrados que parecen salirse de sus órbitas, con pupilas evidenciadas.
- Variedad de pliegues en los ropajes que dan sensación de movimiento.
- Tamaño desproporcionado y alargado de las manos y los pies (símbolo para distinguir entre el mundo de lo profano y el mundo espiritual).
- Dominio de los diferentes planos de profundidad, de las proporciones, del volumen de los cuerpos e interrelación de escenas.
El escultor recoge el momento de la aparición de Jesús a los Apóstoles junto al mar de Tiberiales (Jesús les dice que serán «pescadores de hombres», discípulos de Cristo).
Sobre fondo plano, pintado en tono rojo, aparecen tres personajes:
La figura de Cristo en bajorrelieve, de pie, con nimbo crucífero, con el brazo izquierdo sostiene el libro de la Sagrada Escritura en cuya pasta en grandes letras está grabado “Pax Vobis”. Levanta el brazo derecho bendiciendo a los apóstoles. Viste manto rojo que le cubre los hombros y se recoge en pliegues simétricos, sobre el brazo izquierdo.
A la izquierda de la figura de Cristo, en bajorrelieve, aparecen dos personajes en una barca (símbolo de la Iglesia), sobre un mar verde azulado, representado en forma muy sencilla. Sobre el mar tres simples pero muy significativos peces (Alusión a Cristo y como muestra del apostolado). A la izquierda, San Pedro, de media figura, rasgos del rostro son similares a los de Cristo. El otro apóstol es San Andrés, cubre su cabeza con un gorro amarillo, de rostro similar a los anteriores. Viste manto azul-verdoso, y sostiene el remo con ambas manos.
La observación global de este conjunto provoca una sensación de tersura sobrehumana, de eterna serenidad, como si el maestro quisiera resaltar su infalibilidad ante el paso del tiempo, su indudable espiritualidad.
El mensaje
...Los discípulos fueron elegidos por el Maestro, no se presentaron voluntarios, al menos en su inicio, porque la amistad que ofrece Jesús es completamente gratuita. Y el que se siente querido de Jesús también se siente a su vez obligado a ser un discípulo fiel y activo. Y esto es dar fruto.
San Juan Pablo II
Texto: Ana María Fernández Rivero