El pasado viernes, en torno a las celebraciones de la Virgen de la Merced, el obispo de la Diócesis, monseñor Gerardo Melgar, presidió la eucaristía en la cárcel de Herrera de La Mancha.
En la misa participaron más de 70 presos, que animaron la celebración con los cantos, además de los voluntarios de la pastoral, el capellán, el trinitario Vicente Elipe; y el delegado diocesano de Pastoral Penitenciara, el sacerdote Ambrosio León. Además, a la celebración se unió un grupo de sacerdotes que celebraba 16 años de ordenación, algunos funcionarios, el director de la prisión, así como el Director y el Secretario General de Cáritas Diocesana, institución que acompaña a los presos a través del programa Siloé.
En la homilía, el obispo habló de la dignidad de todos como cristianos, invitando a los participantes a no olvidar el amor que Dios les tienes a pesar de las circunstancias que vivan en cada momento, puesto que es un padre que «no se cansa de esperar».