Manos Unidas de Ciudad Real celebró ayer, 29 de noviembre, su XVII Asamblea Diocesana en el Seminario Diocesano.
La jornada comenzó con la eucaristía presidida por el obispo de Ciudad Real, Mons. Abilio Martínez Varea, quien se dirigió a todos los miembros de la organización, agradeciendo «el tiempo que dedicáis, el interés» en la lucha contra el hambre. Hizo extensivo el agradecimiento a todos los voluntarios, colaboradores, valorando la tarea «en búsqueda del progreso, del desarrollo, en la búsqueda de la paz».
Tras la celebración, la asamblea eligió como nuevo presidente diocesano a Juan de Dios Rojo Gómez, que relevó a Concepción Martínez García, tras culminar los dos trienios estatutarios. Durante la misma sesión se nombró también a Eladio Maleno Patón como vicepresidente.
Manos Unidas como presencia de Dios en el mundo
En la homilía, el obispo subrayó el carácter eclesial y misionero de la organización, recordando que «no es una ONG al uso, sino que es una ONG de la Iglesia Católica». Explicó que Manos Unidas «hace presente a Dios llevando la paz, el progreso, a aquellas personas que más lo necesitan».
Mons. Martínez Varea invitó a comprender la acción de Manos Unidas desde la perspectiva evangélica del servicio a los más vulnerables. Recordó las palabras del Evangelio de Mateo: «Cuando hacéis una cosa de estas a uno de los pequeños es como si me lo hicierais a mí», insistiendo en que Cristo «viene también a nuestro tiempo en los pobres y los necesitados, en los indigentes».
Don Abilio situó el inicio del Adviento como escenario espiritual adecuado para entender el horizonte de Manos Unidas en el presente y en los años venideros. Recordó que el documento base para 2026 «busca la paz y el desarrollo identificando que donde hay paz hay desarrollo, donde hay paz se frena la pobreza, se frena la violencia, se frena el subdesarrollo».
En este sentido, subrayó la urgencia de trabajar por la concordia en todos los niveles: «No habrá desarrollo si no hay paz», afirmó, llamando a no olvidar que la verdadera paz «comienza en el corazón de cada uno». También animó a los miembros de la institución a perseverar en la tarea: «Os animo a que con el Espíritu Santo sigáis […] buscando la paz y el desarrollo para que realmente esta paz esté presente en cada uno de nosotros».
El relevo de la presidencia
Después de la misa, la asamblea se reunió en el aula magna del Seminario, donde se procedió a la elección del nuevo presidente al haber finalizado los dos periodos de tres años que los estatutos establecen como máximo para presidir la organización en la diócesis. Fue elegido Juan de Dios Rojo, de Valdepeñas, que incorporá al equipo a un nuevo vicepresidente, Eladio Maleno.
En su despedida, Conchi Martínez expresó ante la asamblea su agradecimiento a los equipos y voluntarios de la delegación diocesana. «Es poco lo que he podido dar en comparación con lo mucho recibido», aseguró, describiendo sus seis años de servicio como «una experiencia que ha transformado mi manera de vivir, de estar y de ser». Mostró también su reconocimiento a quienes han sostenido el proyecto y deseó al nuevo presidente «un servicio fecundo y feliz», para que «sus manos aporten nuevas ilusiones y expectativas renovadas».
Por su parte, Juan de Dios Rojo agradeció la confianza que ha depositado en él la asamblea de Manos Unidas: «Un honor y una responsabilidad que quiero asumir con el compromiso desde la humildad», dijo. Agradeció el camino recorrido por la ONG en la provincia y el legado de sus antecesores, prometiendo «trabajar en la misma línea».
En sus primeras palabras como presidente, Rojo se refirió a «todo el legado y todo el documento de la economía de Francisco, en la que dice que la economía se ponga a la persona humana como el centro, que promueva el desarrollo integral y que rechace la cultura del descarte. En una visión por una economía que debe de servir a la vida y no al revés», dijo.
La asamblea diocesana
Una vez que fue elegido el nuevo presidente, se dio cuenta del informe económico y de actividades de 2024 por parte del tesorero, Manuel Navas, y del secretario de la ONG, Isidro González.
Tras los informes, intervino el coordinador del Departamento de Estudios y Documentación de los Servicios Centrales, Fidele Podga, que presentó el Documento Base de la Campaña 2026. Este documento fundamenta cada campaña y marca las líneas de actuación para sensibilizar a la población española cada año.
Por último, Catalina Romero, voluntaria de Manos Unidas en Manzanares, ofreció el testimonio del viaje de formación que Manos Unidas organiza para visitar los proyectos, en esta ocasión en Rwanda.
Juan de Dios Rojo, nuevo presidente de Manos Unidas
Juan de Dios Rojo Gómez es maestro y licenciado en Ciencias de la Educación. Ha dedicado cuarenta años a la enseñanza y a la orientación educativa —los últimos veintidós como inspector de Educación—. Vinculado a Manos Unidas desde 2006, coordinó durante quince años el grupo arciprestal Mancha Sur, impulsando iniciativas de sensibilización, actividades solidarias y difusión de proyectos de cooperación.
Eladio Maleno Patón, nuevo vicepresidente
El nuevo vicepresidente, Eladio Maleno Patón, es licenciado en Ingeniería Química y docente de Secundaria con más de treinta años de experiencia. Voluntario de Manos Unidas desde 2010 en Valdepeñas, ha participado activamente en campañas de sensibilización, recaudación y educación para el desarrollo.
Conchi Martínez García
La labor de Juan de Dios Rojo continuará la senda marcada durante el mandato de Conchi Martínez García, quien ha ejercido la presidencia desde 2019. Diplomada en Filología Inglesa y titulada en pedagogía terapéutica, ha dedicado su vida profesional a la educación y la formación del profesorado, además de implicarse en la vida pastoral y social desde diversas comunidades parroquiales, especialmente desde 2017 como voluntaria de Manos Unidas.