El pasado 22 de abril, comenzaron las celebraciones por el aniversario de la parroquia de La Asunción de Ntra. Sra. de Tomelloso, que este curso celebra sus 450 años.
Por este motivo, el obispo, don Gerardo Melgar, presidió la eucaristía en el templo parroquial, en la que concelebraron los sacerdotes del resto de parroquias de la localidad, así como otros presbíteros nacidos en el pueblo y aquellos que estuvieron destinados en Tomelloso en los últimos años.
El obispo, en la homilía, explicó que la celebración del aniversario ha de ser una acción de gracias a Dios, que es quien creó la comunidad cristiana, compuesta por «piedras vivas que tenéis mucho que aportar».
Explicó que la parroquia está presente en todos los momentos importantes de la vida del cristiano, desde el nacimiento hasta la muerte, y es el «signo más claro de la presencia de Dios en nuestra vida. Por mucho que nos empeñemos y se empeñe la sociedad en olvidar a Dios, él se manifiesta a través de nuestra comunidad […] Es el lugar donde Dios nos habla, donde Dios nos escucha y donde Dios nos da los tesoros más grandes para nuestra vida cristiana».
«La celebración de los 450 años nos da pie para descubrir el sentido que debe seguir teniendo la parroquia. Es el corazón de la vida cristiana»
«La Iglesia parroquial es un motivo de alegría y de acción de gracias por todos los beneficios que esta comunidad cristiana ha recibido desde hace mucho tiempo. Son 450 años en los que la comunidad os ha ayudado a vivir mejor y más auténticamente vuestra fe», dijo. Esta vivencia de la fe no solo vive del pasado, «Cristo nos sigue llamando hoy a renovarnos, a resucitar con él, a resucitar a esas actitudes que son las que constituyen un cristiano y las que hacen que la parroquia sea un lugar vivo donde se manifiesta la fe». Y esto, gracias a todo el legado de los antepasados que «son protagonistas de nuestra fe […]. Ninguno seríamos capaces de vivir nuestra fe si no hubiera sido por lo que aprendimos de ellos. Ellos fueron el mejor testimonio, el mejor ánimo, la mejor aportación que hemos podido recibir».
En este sentido, se refirió a la transmisión de fe dentro de la familia, puesto que la vida cristiana llega hasta nosotros «de generación en generación. La familia ha sido siempre en la Iglesia el lugar propicio donde hemos tenido esa primera experiencia de fe». Después, «la parroquia es el ámbito en el que ha crecido y se ha alimentado la fe».
«La celebración de los 450 años nos da pie para descubrir el sentido que debe seguir teniendo la parroquia. Es el corazón de la vida cristiana» y expresión de la Iglesia: «El edificio no es lo más importante, lo más importante somos las piedras vivas que construimos la comunidad». En el templo «Dios se hace visible y aquí tomamos las fuerzas necesarias para hacerle presente en la vida de cada día». Para esto contamos, explicó don Gerardo, con «la gracia de Dios, con su ayuda para ser lo que el mismo Dios nos pide: una comunidad auténticamente viva».
Para la construcción de la comunidad con la ayuda de Dios, se necesita la implicación de cada uno de sus miembros, la participación «de todos y cada uno, por lo que debemos sentirnos responsables de nuestra fe y corresponsables de la fe de los demás, testigos de la fe que tenemos en el Señor».
«Como parroquia, sintiéndonos de verdad comunidad cristiana que vive esta realidad de nuestra fe, la fe de cada uno y la fe también que tienen que vivir los demás, vamos a pedir que el Señor nos siga ayudando para ser una comunidad evangelizada, es decir, que tratemos de vivir nuestra vida y de dirigir nuestra vida desde el mensaje de Jesús. Y una comunidad evangelizadora, que seamos capaces de ofrecer algo de nosotros mismos para que otros puedan también vivir esta misma fe que nosotros tratamos de vivir», concluyó.
Al final de la misa, el coro parroquial de niños, que acompañó con cantos toda la celebración, entonó un himno compuesto para el aniversario de la parroquia.
Durante todo el año, la parroquia ha organizado
varios actos para la celebración del aniversario. Se trata de actos culturales y de evangelización que concluirán el 22 de abril de 2026 con la clausura del aniversario.