Esta mañana se ha presentado en el obispado la Campaña de Navidad de Cáritas, este año con el lema Allí donde nos necesitas, abrimos camino a la esperanza.
[Puedes ver un resumen en vídeo de la rueda de prensa en este enlace]
El obispo, don Gerardo Melgar, ha comenzado la presentación constando que «el hombre actual vive rodeado y acosado por un sinfín de problemas que le inquietan y hieren y que no lo dejan vivir con paz y con alegría». Hay, ha continuado, «familias enteras que sufren la lacra del paro; personas que han caído en las drogas; enfermos que en la flor de la edad sufren una enfermedad irreversible; matrimonios rotos a los que se les ha quedado truncado su ideal; hijos heridos por la separación de sus padres. Es decir, tantas y tantas personas que realmente necesitan esperanza».
«Jesús nace para abrazar a todos aquellos que eran sus preferidos, los pobres, los sencillos, las personas que más lo necesitaban
Ante esto, la Navidad nos recuerda que «Jesús nace para abrazar a todos aquellos que eran sus preferidos, los pobres, los sencillos, las personas que más lo necesitaban […]. Es un tiempo para ofrecer el abrazo de Dios a través del abrazo de los hombres».
En Navidad, ha explicado don Gerardo, somos más «propensos a abrir el corazón a las necesidades del prójimo tomando conciencia de que realmente hay mucha gente que nos necesita para vivir, nos necesita para recobrar el camino de esperanza, y pueden ver en nosotros, en nuestro abrazo, el abrazo de Dios que nunca los abandona».
La urgencia de cambiar la mirada
Después del obispo ha intervenido Conchi Aranguren, directora de Cáritas Diocesana, que ha explicado el cartel de la campaña. En la imagen se puede ver una fila de personas dirigida por la Sagrada Familia. Se trata de personas, ha dicho, «que están necesitadas también, como la familia de Nazaret, de esa posada para dar a luz al Hijo de Dios».
«En este tiempo, Cáritas quiere recordar que la verdadera esencia de la Navidad no está en los regalos materiales, sino en los actos de bondad y amor que ofrecemos a los demás»
Aranguren ha transmitido la «urgencia de cambiar la mirada ante tantas personas y familias que viven en pobreza y exclusión. Como sociedad, como comunidad cristiana, necesitamos crecer en compasión». La Navidad se presenta como una época para «reflexionar sobre lo que realmente es importante en la vida. Es un momento en el que nos detenemos y apreciamos las pequeñas cosas que a menudo damos por sentadas: la calidez de un hogar, las risas de amigos y familiares, la alegría de dar sin esperar nada a cambio. En este tiempo, Cáritas quiere recordar que la verdadera esencia de la Navidad no está en los regalos materiales, sino en los actos de bondad y amor que ofrecemos a los demás».
Más de 4000 familias acompañadas por Cáritas en la provincia
Por su parte, María Dolores Olmedo, coordinadora general de Cáritas Diocesana, ha dado a conocer los datos de los distintos programas de Cáritas. En concreto, «Cáritas ha abierto camino a la esperanza a más de 4000 familias que han podido sentirse escuchadas y acompañadas, sin prejuicios, con el corazón y con los brazos abiertos». Además, en las zonas rurales, «en los pueblos más pequeños y alejados, Cáritas se hace presente y acompaña de manera más especial a las personas mayores que viven solas».
«Cáritas ha abierto camino a la esperanza a más de 4000 familias que han podido sentirse escuchadas y acompañadas»
A través del programa para las personas sin hogar, Olmedo ha dicho que, durante 2024, se ha acompañado a 600 personas. De ellas, 74 han iniciado «procesos de recuperación integral». También dentro del programa de inclusión, el programa de adicciones «ha abierto caminos de esperanza a más de 350 personas». La coordinadora ha subrayado que, desde el Centro Siloé «se ha acompañado a participantes que han fallecido y que carecían de red familiar de apoyo». Por otro lado, en las prisiones de Alcázar de San Juan y de Herrera de La Mancha, Cáritas «ha estado al lado de 225 reclusos».
«Somos esperanza — ha dicho— para 17 mujeres en contexto de prostitución, una realidad ocultada en nuestra sociedad y que actualmente Cáritas está acompañando. Estas mujeres se ven expuestas a diversas violencias físicas, psicológicas y sexuales».
En cuanto al acompañamiento a los inmigrantes, Olmedo ha explicado que se les ayuda «en sus procesos de regularización, trabajando de la mano del Programa de Empleo». Respecto al fenómeno de las migraciones, ha dicho que son un desafío para la sociedad y para las comunidades cristianas, «una llamada a ser comunidades acogedoras y misioneras. Acogedoras porque Jesús acogió a todos sin excepción y se dejó interpelar por los extranjeros de su época; y misioneras porque queremos llevar el amor de Dios a todos los que encuentran, a todos los que se encuentran en los márgenes de la sociedad».
Para ayudar a los damnificados a causa de las inundaciones en Valencia y Albacete, desde la diócesis de Ciudad Real se han destinado 462.000 euros gracias a las aportaciones a través de la colecta extraordinaria o los donativos a Cáritas
A través del Programa de Empleo y Economía Social, se ha abierto «camino a la esperanza a cerca de 800 personas […] que han mejorado sus competencias básicas, transversales, laborales, en igualdad de condiciones y de una manera digna». Fruto de este trabajo, cerca de 100 personas han conseguido un empleo. Respecto a esto, Olmedo ha dado las gracias a los empresarios, «que ofrecen esas oportunidades laborales y contribuyen con el desarrollo de las personas y de la sociedad».
En cuanto a la cooperación internacional, junto a «otras Cáritas hermanas, se han desarrollado diez proyectos, llevando esperanza a miles de personas en el ámbito de la salud, la higiene, la alimentación, la educación o la agricultura».
Por último, María Dolores Olmedo se ha referido a la ayuda humanitaria ante las catástrofes, «canalizando los donativos de tantas personas que depositan en nosotros su confianza». En particular, para ayudar a los damnificados a causa de las inundaciones en Valencia y Albacete, desde la diócesis de Ciudad Real se han destinado 462.000 euros gracias a las aportaciones a través de la colecta extraordinaria o los donativos a Cáritas.