El Seminario acogió, el pasado sábado 26 de octubre, el encuentro anual de catequistas que organiza la Delegación Diocesana de Catequesis. Reunió a más de 200 catequistas de parroquias de toda la diócesis que, durante la misa, fueron enviados por el obispo para la misión catequética.
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La jornada incluyó dos conferencias formativas, además de la misa y la convivencia.
Por la mañana, después de la oración que dirigió el delegado de Catequesis en la diócesis, Raúl López Hinarejos, se hizo la presentación del Catecismo de Adultos Buscad al Señor. Para ello se contó con Francisco Julián Romero Galván, secretario de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal Española.
Romero comenzó subrayando el cambio de época en el que vivimos, donde hay que buscar un «proceso» nuevo con los catecúmenos a base de catequesis y celebración. Un proceso exterior que provoque un proceso interior en aquellos que desean revitalizar su fe o aquellos que están sin bautizar o les falta uno de los sacramentos de la Iniciación Cristiana.
«Sed conscientes de que el Señor cumple siempre su promesa y no os deja solos, sino que os acompañará siempre»
En el segundo momento de la mañana, el ponente se centró en explicar la partes del Catecismo de Adultos:
Precatecumenado, Catecumenado, Purificación e iluminación y, por último,
Mistagogía.
Después del trabajo de la mañana, los participantes en el encuentro se dirigieron a la capilla mayor del Seminario, donde el obispo, don Gerardo Melgar, presidió la misa de envío. En la eucaristía concelebraron sacerdotes de varias parroquias de la diócesis que acompañaron a los catequistas.
En la homilía, el obispo agradeció a todos los catequistas el esfuerzo que hacen para «la misión eclesial de anunciar a Cristo y su mensaje a niños, adolescentes, jóvenes y adultos».
Explicó que el hecho de celebrarse el «envío» significa que ser catequista es un verdadero ministerio dentro de la Iglesía, en el que se enseña «aquello que Cristo quiere que enseñéis y para lo que la Iglesia os envía, que es lo que Cristo encomendó a la Iglesia en la persona de los apóstoles».
Don Gerardo les pidió fidelidad en el anuncio de Cristo y su mensaje porque «estáis participando de la misma misión de la Iglesia de Cristo y que Cristo confió a la Iglesia entera [...]. Vosotros sois los primeros que debéis valorar la misión y prepararos para desempeñarla con dignidad y fidelidad, como verdaderos apóstoles dentro de la Iglesia».
Pidió a todos los catequistas formarse para «conocer bien a Jesús y su mensaje. Necesitáis una formación que os capacite para poder cumplir vuestra misión con fidelidad. Necesitáis igualmente preparar cada día las catequesis que vais a impartir».
En segundo lugar, pidió coherencia de vida, puesto que «no podemos decir y enseñar con las palabras un determinado mensaje y luego vivir al margen de lo que enseñamos. La catequesis no es la enseñanza de una teoría. Debe ir acompañada y ratificada por nuestro estilo de vida como cristianos, con nuestro testimonio personal», dijo.
«Estáis participando de la misma misión de la Iglesia de Cristo y que Cristo confió a la Iglesia entera»
En el mismo sentido, subrayó que «no hay ministerio auténtico de catequista si el catequista no vive la fe».
«Es Cristo mismo quien os envía como el Padre le envió a Él, y os envía para que enseñéis a los demás todo lo que Él ha enseñado. La Iglesia y el obispo, en nombre de la Iglesia y de Jesús, os envía hoy para que enseñéis a vivir, a quienes se os confían, el mensaje de Jesús», dijo don Gerardo.
Como ha hecho en otras ocasiones al dirigirse a los catequistas, llamó la atención sobre el hecho de que muchos de los niños y adolescentes con los que trabajn los catequistas solo escucharán hablar de Dios en la catequesis, «por eso debéis hacerlo con todo vuestro esmero, dedicación y autenticidad para que cale en la vida» de los catecúmenos.
Ante una labor tan importante, don Gerardo subrayó que Cristo siempre acompañará a los catequistas: «Cristo nunca os va a faltar, os va a acompañar en la tarea», les animó, invitándolos a dejarse «llevar de la mano de Cristo».
«Es Cristo mismo quien os envía como el Padre le envió a Él»
«Valorad mucho vuestra tarea y la misión que hoy se os confía, no para creeros superiores a los demás, sino para cumplir la misión con fidelidad, entrega y generosidad, poniendo de vuestra parte todos los medios necesarios para que el Señor encuentre respuesta a su seguimiento en aquellos que vosotros tratáis de transmitir su vida y su mensaje como catequistas. Sed conscientes de que el Señor cumple siempre su promesa y no os deja solos, sino que os acompañará siempre», concluyó.
Después de la homilía, se celebró el acto de envío en el que, después de profesar la fe, todos los catequistas se comprometieron a formarse y a ser constantes en la tarea. Concluyó con las palabras de envío del obispo: «Yo, vuestro pastor, os envío, para que, como catequistas, conduzcáis a los niños, adolescentes y adultos, por Jesucristo, en el Espíritu, al Padre».
Por la tarde, como conclusión del encuentro, el delegado de Liturgia de la diócesis, el sacerdote Arcángel Moreno Castilla, ofreció las orientaciones diocesanas para los niños sin bautizar en la infancia, una experiencia nueva en nuestra Iglesia que se va desarrollando poco a poco. Insistió en trabajar para que surjan catequistas responsables de estos niños en cada parroquia. Son niños para los que se adapta cada una de las etapas formativas al proceso que sus compañeros llevan hacia la comunión.