El delegado de Catequesis de la diócesis, Raúl López Hinarejos, nos habla del comienzo de la catequesis en las parroquias. Además, invita a todos los catequistas a participar en la jornada de envío del catequista, el próximo sábado 26 de octubre en el Seminario.
Al comenzar un nuevo curso toca poner en marcha la catequesis, un pilar fundamental en cada una de nuestras parroquias. Afrontar esta misión requiere esfuerzo y dedicación, pero al mismo tiempo ilusión para hacer resonar en el corazón del creyente el anuncio de la Buena Noticia. Hemos de ser conscientes que nos toca vivir un cambio de época que trae consigo tanto dificultades como oportunidades para desarrollar esta tarea y, por tanto, debemos estar abiertos a cambiar el esquema que siempre hemos realizado en la catequesis por uno nuevo, acorde a los nuevos tiempos. Esto nos exige superar el planteamiento de una catequesis “escolar” y “sacramental”, por un modelo de catequesis generativo que realice un proceso de crecimiento en la fe a través de una experiencia profunda con Dios.
Este cambio también nos tiene que llevar a plantear itinerarios de educación en la fe no solo para los niños y los adolescentes, sino también para los jóvenes, los adultos y los ancianos. De esta manera, nuestras comunidades se irán fortaleciendo con auténticos discípulos que continúan profundizando en el seguimiento de Cristo, respondiendo a la misión encomendada y poniendo al servicio de los demás los dones recibidos. Ahora bien, si realmente queremos lograr este cambio y acompañar a todas estas personas en su vida humana y de fe, tenemos que cambiar la mentalidad y darnos cuenta que la catequesis es responsabilidad de toda la comunidad cristiana. Para ello, tendremos que explorar nuevos caminos y nuevas fórmulas que nos permitan transformar la parroquia en un verdadero hogar y una gran familia que sale en busca de la “oveja pérdida” y socorre al herido como el “buen samaritano”, al mismo tiempo que camina en unidad y armonía a través de los diversos carismas y ministerios.
«Animo a todos los catequistas a participar en la jornada del envío del catequista» el próximo sábado 26 de octubre
En este inicio de curso, es necesario agradecer el compromiso y el sacrificio de nuestros catequistas, al igual que muchos agentes de pastoral de nuestras parroquias, quienes están durante todo el año, pico y pala, dando lo mejor de ellos mismos para ser esa mediación que acerque a los catequizandos a Dios. Por tanto, considero esencial prestarles atención, cuidarlos, acompañarlos y rezar por ellos para que puedan desempeñar su labor de la mejor manera posible. De igual forma, hay que suscitar nuevos catequistas que vayan respondiendo a esta misión, ya que muchas veces las urgencias y necesidades pastorales nos llevan a ir saliendo al paso, pero no a desarrollar una tarea realmente evangelizadora.
Por último, animo a todos los catequistas a participar en la jornada del envío del catequista, ya que es una gran oportunidad para recargar pilar, renovar el amor a la vocación recibida y compartir juntos la alegría de la misión. Y, más aún, cuando nos adentramos en un año cargado de esperanza para seguir soñando y, sobre todo, confiando en Aquel que nos da la fuerza y la valentía de seguir adelante.
Por Raúl López Hinarejos