El pasado 1 de septiembre, el obispo, don Gerardo Melgar, presidió la misa en el templo parroquial de Santa Cruz de Mudela en el inicio del septenario en honor a la Virgen de las Virtudes.
Se trató de una celebración muy emotiva para los fieles de Santa Cruz de Mudela por la ausencia de la imagen de la patrona a causa del robo que se produjo el pasado mes de junio. Aún así, «la celebración de la eucaristía llenó el templo parroquial de un sentir colectivo que reafirmó la confianza y la devoción de los fieles hacia su patrona», explica el párroco Amadeo Puebla.
Durante la misa, el obispo recordó la importancia de la Virgen de las Virtudes como guía y madre para todos, invitando a cada uno a vivir con fe y esperanza en medio de las dificultades. Don Gerardo se refirió a la imagen de la Virgen robada, que «tenía un valor extraordinario, sentimental y creyente para todos vosotros, porque es vuestra patrona y ella ha gozado entre vosotros y entre los fieles de esta comunidad cristiana de Santa Cruz de Mudela de una gran veneración y fervor, un gran amor y un verdadero aliento para vivir, vosotros, vuestra vida cristiana», dijo.
En el mismo sentido, el obispo recordó la fe del pueblo a la Virgen: «A ella habéis acudido ante vuestras necesidades, especialmente ante las más importantes que habéis tenido como familia y como creyentes. En ella habéis encontrado siempre el auténtico modelo a imitar en vuestra vida, y por eso os ha roto el corazón su robo, por encima del valor material que pudiera tener la talla. Para vosotros tenía un grandísimo valor, porque es vuestra patrona».
El párroco, Amadeo Puebla, recuerda «la unidad palpable que se respiraba» en la celebración, «una verdad que se refleja en la devoción sincera por la Virgen. A medida que avanzaba la celebración, fue evidente que la eucaristía era una manifestación de amor y gratitud hacia Dios y su madre, la Virgen de las Virtudes».