El Instituto de Teología de Ciudad Real abre ahora un nuevo periodo de matriculación para las asignaturas de Ciencias Religiosas, del 5 al 9 de febrero, de 17:30 a 20:30, en la Secretaría del Instituto de Teología, en el Seminario Diocesano. Permite iniciar estudios de teología a alumnos nuevos y elegir nuevas materias a los actuales.
En los estudios de Ciencias Religiosas, que conducen a obtener una titulación oficial, las matrículas se realizan al comenzar cada cuatrimestre (en septiembre, febrero y junio). De esta manera, el Instituto de Teología de Ciudad Real abre ahora un nuevo periodo de matriculación para las asignaturas de Ciencias Religiosas, del 5 al 9 de febrero, de 17:30 a 20:30 h., en la Secretaría del Instituto de Teología, en el Seminario Diocesano.
Este periodo de matrículas permite a los alumnos actuales seleccionar nuevas materias para estudiar a partir de febrero con el fin de examinarse en junio, pero también permite iniciar estudios de teología a alumnos nuevos.
La modalidad de estudios a distancia permite adaptar el desarrollo del esfuerzo académico a la propia vida personal y profesional
Como es sabido, la modalidad de estudios a distancia permite adaptar el desarrollo del esfuerzo académico a la propia vida personal y profesional: se puede elegir el número de asignaturas (incluso solamente una), se puede asistir a las tutorías los jueves por la tarde, se puede participar con otras personas en el estudio de las materias teológicas (el conocimiento de Jesús, de la Iglesia, de los sacramentos, de la Biblia, de la relación de la fe con el pensamiento…) y también dialogar con alumnos y profesores de nuestras inquietudes como creyentes. La teología profundiza en la fe para ponerla en diálogo con los saberes contemporáneos y para mostrar la solidez de la propuesta cristiana, que no es una mera opinión entre otras, sino el encuentro con la verdad, que es una persona: Jesús.
Los estudios de teología en el Instituto «Beato Narciso Estenaga», puesto que se realizan en el Seminario Diocesano, contribuyen también a avivar en nuestra diócesis una necesidad real de nuestra Iglesia: necesitamos seminaristas para que haya sacerdotes. Sin duda, si los jóvenes de nuestras parroquias llegan a conocer que hay casi trescientas personas estudiando teología en los distintos cursos del Instituto, podrán comprender que el conocimiento de Jesús y del evangelio merece la consagración de nuestra inteligencia y de nuestro tiempo, y que es un esfuerzo que da plenitud a los anhelos de la humanidad y que puede llenar la vida. La teología no es un mero alarde académico, sino el reflejo de una voluntad de entregarse al Señor. Solo si todos los cristianos vivimos nuestra fe con esta hondura podrán los jóvenes cristianos plantearse su vocación.
Por Juan Serna Cruz