Seguir a Jesús es la tercera etapa del recorrido de fe que la Infancia Misionera viene proponiendo a nuestros niños los últimos años: Tras descubrir la Buena Noticia de que todos somos hijos de Dios, con el lema “Yo soy uno de ellos”, se inició a los niños en la necesidad de agradecer todo lo que están recibiendo, con la expresión “Gracias” del año pasado.
Ahora es el mismo Jesús el que les invita: “Sígueme”. Se trata contemplar el rostro de Jesús y sentir la ternura de su mirada, escuchar la invitación a ser el mejor de sus amigos, y responder con generosidad.
Y entonces, asumir un estilo de vida que imite su ejemplo. Como han hecho los misioneros. Como vienen haciendo millones de niños por todo el mundo: Saberse amados por Dios, salir de sí mismos, vivir los valores que vivió el mismo Jesús en su propia infancia en Nazaret, y que quiere compartir con nosotros: El respeto a todas las personas, la preocupación por los más débiles y pequeños, el perdón a quienes nos han hecho daño, la verdad aunque nos cueste, el trabajo bien hecho, la colaboración en las tareas comunes, la generosidad para ayudar a quienes tienen mucho menos que nosotros, la fe que nos eleva por encima de nuestros fallos y debilidades, y nos da la fuerza que necesitamos para hacer aquello que Dios espera de nosotros…
La Infancia Misionera ayuda de esta manera a padres y educadores a iniciar a los niños en el seguimiento de Jesús, para que vivan la alegría de ser protagonistas de una gran aventura: hacer de la vida un camino fascinante, junto con millones de niños de todo el mundo, colaborando con los misioneros en la tarea de hacer de esta tierra un mundo mejor.
Con nuestros niños, y con los misioneros, nosotros también queremos seguir a Jesús.
Por Damián Díaz Ortiz, publicado en Con Vosotros