Misiones salesianas presenta en Ciudad Real el documental Canillitas, que narra los problemas y las aspiraciones de seis menores trabajadores en República Dominicana. Gracias a la labor de los misioneros salesianos y a la educación, sueñan con dejar de trabajar, disfrutar de su infancia y convertirse en buenos profesionales. El corto documental forma parte de la campaña Soñar sin cadenas, con la que se quiere sensibilizar sobre la realidad de millones de niños y niñas en el mundo que, por diferentes motivos, pero sobre todo por trabajar, no van a la escuela.
El documental, se proyectará en el Teatro Colegio Salesiano Hermano Gárate el 19 de octubre, a las 19:30 h. La entrada se recoge en la portería del colegio. La actividad está organizada por Misiones Salesianas y por los Salesianos de Ciudad Real.
Además de la proyección de la película, en el acto intervendrán Moisés Liranzo, menor beneficiario del programa salesiano; Karen Montás, educadora y directora del programa Canillitas con Don Bosco en Santo Domingo (República Dominicana); Juan Linares, misionero salesiano en Santo Domingo y fundador de la Red Muchachos y Muchachas con Don Bosco en República Dominicana, y Alberto López, portavoz de Misiones Salesianas y productor del documental.
Trabajo infantil
Más de 160 millones de menores en el mundo —al menos 63 millones de niñas y 97 millones de niños— están involucrados en el trabajo infantil, lo que representa casi uno de cada diez menores en la actualidad. Además, casi la mitad (79 millones) realiza trabajos que ponen en riesgo su salud y sus vidas. Muchos niños y niñas en el mundo empiezan a trabajar antes incluso de saber leer y escribir. Podemos encontrarlos en la agricultura, en los basureros, cargando mercancías, en fábricas, vendiendo en la calle, limpiando zapatos, como empleados de hogar… Parecen invisibles por su pequeño tamaño, pero hacen trabajos que deberían desempeñar adultos. Son los esclavos del siglo XXI.
«La calle no es el lugar para los menores porque están expuestos a todo tipo de peligros. Los niños y niñas tienen que estar aprendiendo en la escuela, jugando en el patio y junto a sus familias», asegura Juan Linares, misionero salesiano en Santo Domingo. Sólo en República Dominicana más de 340.000 niños y niñas trabajan. «No saben que están haciendo algo que vulnera sus derechos y en la mayoría de casos lo hacen para ayudar a sus familias porque son pobres», destaca.
«La calle no es el lugar para los menores porque están expuestos a todo tipo de peligros. Los niños y niñas tienen que estar aprendiendo en la escuela, jugando en el patio y junto a sus familias»
Edwin, Cristóbal, Moisés, Aquiles, Kioranny y Abril son seis menores trabajadores a los que el encuentro con Don Bosco les ha cambiado la vida porque han vuelto a la escuela. Son los protagonistas del documental
Canillitas, que es como se denomina en muchos países de América a los menores que se buscan la vida en la calle moviendo las canillas (piernas). Dirigido por Raúl de la Fuente (tres Premios Goya), el corto documental (21 minutos) representan un ejemplo del trabajo que los misioneros salesianos realizan en los cinco continentes para acabar con la explotación infantil.
«Los salesianos, con nuestros programas de búsqueda, acogida y acompañamiento, tratamos de recuperar la alegría de los menores. Es una gran satisfacción cuando empiezan a comportarse de nuevo como niños y niñas y dejan de ser hombres y mujeres a destiempo, porque nuestro trabajo no es ocupar el rol de la escuela, sino restarles tiempo del trabajo y prepararlos para la vida», explica Karen Montás, directora del programa salesiano Canillitas con Don Bosco.