Hace unos días volvíamos de Lisboa y lo hacíamos cansados, pero a la vez llenos de muchísimas experiencias, sabiendo que ahora venía un tiempo de asimilar todo lo vivido y de ir resituándolo en el quehacer de la propia vida.
Vivir la acogida incondicional que han significado los Días en las Diócesis en Ançá y Sao Joao de Campo, en la diócesis de Coimbra, han sido una experiencia de Iglesia que realmente es acogedora. Vivir la universalidad de la Iglesia en tantos momentos en Lisboa y como no sentirse interpelado por las palabras del Papa Francisco, que casi parece hablar personalmente a cada uno de los cientos de miles de jóvenes que viven su cercanía.
Desde la delegación de juventud podemos valorar la organización y cómo han estado los jóvenes. Pero tal vez lo mejor es que los que han participado hablen en este artículo. Por ello aquí tenéis algunos testimonios.
Ellos son:
Alberto y Raúl que han ido como responsables de las parroquias de San José de Puertollano y de Santiago de Ciudad Real.
Por otro lado están Federico-Manuel y África que han participado como jóvenes.
“Si me preguntasen por una palabra para definir la Jornada Mundial de la Juventud de este año 2023, diría la palabra: sorpresa.
Sí, sorpresa, ante algo que ha superado todas las expectativas que yo tenía un 30 de julio.
Sorpresa por ver tantas y tantas personas que se unen en un silencio asombroso ante el Santísimo en el parque Tejo.
Sorpresa al sentirme "llevado" por una marea de gente que llega al parque Eduardo VII para ver el viacrucis con el Papa.
Sorpresa al comprobar que, estando unidos, aunque sea cogidos de la mochila de la persona de delante, somos invencibles
Sorpresa al ver al Señor en tantas personas, en tantas situaciones.
Seguro que has escuchado a alguien que dice que el Señor se vale de situaciones o de personas para mostrarse. Y es así. Yo también te lo confirmo. Se muestra en esa joven francesa que llora por el camino que queda por recorrer bajo el sol, pero que se alegra al recibir una estampa de Ntra. Sra. de Gracia. Se hace presente en la hospitalidad de los que comparten su comida contigo. Y ayuda, a los que hemos ido de responsables, a tirar del carro donde van tus jóvenes.
Tener la responsabilidad de llevar contigo a un grupo, es un aliciente para tener más "adrenalina" en los encuentros multitudinarios que hemos tenido. Y, gracias a Dios, todo ha salido increíblemente bien.
Sin duda, repetiría la experiencia junto al grupo de personas que me ha acompañado desde mi Parroquia de San José, en Puertollano.
Ahora toca vivir la realidad en nuestro campo para sembrar, recordando todo lo que hemos vivido y contagiándolo a los demás.
Y, aludiendo a la frase más repetida en la Eucaristía de envío y en la Vigilia: “no tener miedo.”
Alberto
“He tenido la enorme suerte de participar en las JMJ de Lisboa. Desde que me propuso uno de los sacerdotes de mi Parroquia si quería asistir a la JMJ como responsable de los jóvenes, acepté, sin pensármelo, supongo que el Espíritu Santo me iluminó. A medida, que íbamos preparando las jornadas, me acechaba la incertidumbre de diversas cuestiones, pero el Espíritu seguía empujando hacia Lisboa.
Desde un primer momento, en los Días en las Diócesis, nos acogieron en Ançá (un pueblecito de la Diócesis de Coimbra) de una forma admirable. Un recibimiento con banda de música, cena y fiesta..., no se podía pedir más. Aunque no se podía pedir más, nos quedaba todavía las familias, familias que nos abrieron sus casas a unos peregrinos que no conocían, y aun así nos trataron como si fuéramos hijos o familia suya. Hicimos de sus casas nuestros hogares y de sus familias nuestras familias. Tanto es así, que cuando llegó el momento de la despedida, de la partida hacia Lisboa, no era una despedida cualquiera, sino que nos despedíamos de gente que no olvidaremos jamás y que siempre llevaremos en nuestro corazón.
Teníamos dos o tres horas por delante para reponer todas nuestras emociones y empezar a vivir lo que nos esperaba en Lisboa.
Lo vivido en Lisboa ha sido indescriptible, todo muy emocionante y muy intenso y a mil por hora. Creo que en estos días, lo que más he repetido es que por mucho que diga que todo ha sido muy emocionante y muy intenso, es una experiencia que no se puede contar con palabras, sino que hay que vivirla. Hemos asistido a catequesis cargadas de un hondo mensaje, a Eucaristías, al Viacrucis, a la Vigilia..., todos eventos multitudinarios en los que se puede ver que la Iglesia tiene futuro, no estamos muertos. Como diría el Papa Francisco: “NO TENGAN MIEDO”, tenemos que salir y llevar a nuestros jóvenes por el camino del Señor, simiente hay, ahora toca regarla.
Y por último, ¿qué cómo es la convivencia en un pabellón con 400 jóvenes? Hemos tenido una fraternidad inmensa, compartiendo todo en todo momento. Yo me vengo a Ciudad Real conociendo a gente de otros puntos de la geografía de la provincia que por distancia no hubiera conocido, gente magnifica, todos.
Los jóvenes tenemos sed de Dios.”
Raúl
“Ésta ha sido la primera JMJ de mi vida, y la definiría como indescriptible o tremenda. Han sido muchas cosas muy rápido y muy seguido, ha sido un revés a mi Fe. Yo pensaba que ya tenía las cosas claras pero esta experiencia me ha servido para renovarla de una manera brutal. El hecho de ver tanta juventud, de tantos países, todos juntos queriéndonos y disfrutando juntos sin importar edad, nacionalidad o raza y que era todo por Él, ha sido brutal.
El ir a un pueblito, una aldeita portuguesa, como Ança a mi me ha enseñado las ganas y la necesidad que hay de juventud católica, el ver cómo montaron todo, como nos acogieron desde el principio, es algo que aún habiendo pasado ya varios días de la vuelta aún es de asimilar, porque realmente han sido como una familia, no sabían nada de nosotros y lo dieron todo por nosotros.
Nos hicieron dinámicas en las que nos juntamos de todos lados y darse cuenta de que en equipo es la única forma de evolucionar es algo que hay que tener muy en cuenta, hay una frase que ha quedado esta JMJ y es que al cielo se llega en equipo, y es crucial creo yo el darse cuenta de que la Fe no es algo tan privado como nos quieren hacer creer algunos… sino que hay que vivirla, gritarla, bailarla y cantarla porque es la forma que tenemos de enseñarles al mundo lo que Dios significa y provoca.
Y bueno el congeniar con todos, el querer a todo el mundo tan rápido, el que se queden en nuestros corazones y oraciones ya para siempre… no es por una simple convivencia es porque Él provoca unión y amor por dónde va, y esto fue durante los DED, luego vendría la JMJ en sí y eso ya fue otro rollo…descubrir cómo te ama Dios, descubrir cómo te cuida y te quiere la gente, recordar que Él me ha llamado, nos ha llamado por nuestro nombre y que merece la pena luchar hasta cuando más hundido estás, que tenemos a Jesús a diario en nuestros corazones y en el sagrario y que tenemos que acudir a Él.
Entiendo que para muchos es algo evidente y para mí también lo ha sido siempre, pero cuando estás en tu mundo y llega el Papa y te dice “despierta” y “síganle sin miedo, sigan así”…aunque ya lo haces cuando te lo dice el Papa es como pues vamos a ello…
Y no sé…me llevo mucho amor mucho cariño…refuerzo mi Fe y, sobre todo, me siento amado y querido por todos, cosa que hacía tiempo que no sentía y esta JMJ me ha dado fuerzas.”
Federico-Manuel
“La JMJ ha sido una experiencia muy intensa y llena de emociones, me siento muy afortunada de poder haber estado presente. Como me dijeron en Portugal la decisión de ir no la tomé yo, la tomó Jesús.
El ambiente ha sido estupendo, todos hemos compartido nuestra fe y nos hemos ayudado en todo lo posible los unos a los otros. Nos hemos llenado de alegría y de energía para seguir adelante defendiendo la fe sin miedo a nada ni a nadie como nos dijo el Papa Francisco.
Una de las cosas que más me sorprendió fue el silencio que hubo durante la vigilia con el Papa Francisco. Estábamos un millón y medio de jóvenes y no se escuchaba nada. Al verte rodeado de tantos jóvenes compartiendo la fe te sientes como en casa.
Esta experiencia me ha permitido reflexionar sobre mi manera de vivir la fe. Gracias a la JMJ mi relación con Jesús ha mejorado y ha hecho que cada día esté más cerca de Él. Las sensaciones de cada misa, catequesis, vigilia, adoración… no las puedo describir. Es una sensación que cada persona vive de una manera diferente, solo te puedo decir que actualmente me siento llena.”
África
No es posible poner los testimonios de los 400 peregrinos que han ido de la diócesis a las JMJ, pero si nos damos cuenta que las sensaciones son parecidas. Y como ellos mismos dicen ahora toca llevar todo lo vivido al día a día y como no que nuestras parroquias y grupos acompañen a estos jóvenes que han vivido esta experiencia.
Como ya sabemos el camino no ha terminado con la JMJ, sino que toca sentirse enviado a seguir anunciando el mensaje de Jesucristo.
Lo que si queremos desde la delegación es agradecer a tantas personas que han hecho posible esta JMJ, aquí en España y en Portugal. Tenemos la convicción que Dios dará el mejor pago.
Y como la pastoral juvenil nunca para ahora empezamos a pensar en ese Jubileo al que el Papa nos invita en Roma en 2025 y la próxima JMJ en Seul en 2027.
Delegación diocesana de pastoral juvenil