A las ocho de la mañana del sábado 29 de abril, un grupo de más de cien personas caminó desde Villarrubia de los Ojos hasta el santuario de la patrona de la población, la Virgen de la Sierra. En total, catorce kilómetros de camino organizados por la Delegación Diocesana de Vocaciones.
En casi tres horas de trayecto, los peregrinos, entre los que se encontraban los seminaristas, llegaron al santuario. Allí la hermandad obsequió a todos los caminantes con una limonada.
La imagen de la Virgen se trasladó hasta el lugar que se conoce el Ave María, preparado para la celebración de la misa.
La eucaristía la presidió el rector del Seminario, Juan Serna Cruz, acompañado de los dos formadores y del padre espiritual. «Hemos venido a pedir la lluvia física y la lluvia de vocaciones», dijo, atendiendo a la sequía en nuestros campos y a la sequía de respuestas vocacionales en la Iglesia.