La «conversión pastoral» en el arciprestazgo de Ciudad Real

«¿Te interesa el futuro de la Iglesia? ¿Te importa tu parroquia? ¿Cómo anunciar hoy el Evangelio?» De este modo anunció el arciprestazgo de Ciudad Real la conferencia del sacerdote jienense Julio Segurado Cobos, que impartió el pasado 2 de mayo en el salón de actos de la parroquia de San Pablo de la capital. Más de doscientas personas asistieron al acto.

Rafael Melgar, arcipreste de Ciudad Real, presentó al ponente y el tema de la conferencia, hablando sobre cómo «los laicos, los sacerdotes y religiosos, nos estamos dando cuenta de que necesitamos actualizar nuestras parroquias, hacer algo nuevo, algo distinto».

Segurado, que es delegado episcopal de Primer Anuncio y Catequesis de la Diócesis de Jaén, animó a una renovación en todos los ámbitos de la parroquia, indicando pautas que ayudan a una «conversión pastoral». Subrayó que la misión de la Iglesia es la evangelización, por lo que su labor tiene que centrarse en conseguir que la gente tenga un encuentro personal con Jesús. Es decir, «la misión no es una herramienta, sino la esencia de la Iglesia. La Iglesia es misión», explicó, criticando que la Iglesia se «encierre en sí misma» y viva «a la defensiva».

En esta línea, el sacerdote citó cuatro verbos relacionados con el encuentro con Jesús y con la vida de la Iglesia: seguirle, amarle, adorarle y anunciarle. Después del encuentro, el cristiano se ve llamado a la misión pero, tal y como describió, la Iglesia ha perdido de vista su misión y, por tanto, su propósito. Hizo un recorrido histórico sobre la «misión» desde el concilio Vaticano II, citando Evangelii Nuntiandi, de San Pablo VI, que a su vez cita palabras del Sínodo de los Obispos de 1974: «Nosotros queremos confirmar una vez más que la tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia».

Segurado continuó con el recorrido histórico, explicando cómo tres pilares fundamentales para la fe se han cambiado hoy: la familia, la escuela y la cultura. Ante esta crisis de instituciones obliga a cambiar las dinámicas evangelizadoras, que actualmente no conducen a un encuentro con Cristo. Con el símil de un agricultor, explicó que la Iglesia está abonando y regando la planta de la fe, pero no está sembrando. En resumen, el reto de la Iglesia es formar discípulos misioneros, sembradores del encuentro personal con Jesús.

Puedes ver la conferencia completa en este enlace.